El dinero como contabilidad

01.11.2017

Una breve consideración sobre la historia del dinero desde el punto de vista de que el dinero esencialmente siempre es una forma de contabilidad.Una contabilidad que, reflejando el estado de la conciencia humana, ha evolucionado hasta hoy en tres etapas.

El dinero está omnipresente. Al mismo tiempo, parece desaparecer cada vez más. Debido a los desarrollos de los últimos años, hoy necesitamos cada vez menos billetes y monedas. No sólo se abonan nuestros ingresos directamente en nuestra cuenta, también realizamos cada vez más pagos mediante transferencia electrónica. Este desarrollo ha llevado a algunos historiadores y economistas a hablar del «fin del dinero», afirmando que dentro de poco viviremos en una economía donde el dinero deje de circular y el proceso económico sólo se refleje en las cifras de las cuentas bancarias.

El dinero. ¿Mercancía o marca protegida?

En la economía actual, en general, hay dos teorías opuestas sobre la naturaleza del dinero: la una dice que el dinero es una mercancía, la otra sostiene que es un documento certificado. La teoría de la mercancía considera que lo característico del dinero es su carácter mercantil y que es reconocido por el valor que le es asignado (como el valor que tiene por ejemplo una moneda de oro o de plata). Por otro lado, desde el punto de vista jurídico, la característica esencial del dinero es su sello oficialmente protegido (como por ejemplo las monedas o billetes); es aceptado porque es el medio oficial para el pago de impuestos. Por otro lado es posible interpretar el dinero desde el punto de vista histórico, entendiéndolo no como una cosa sino como contabilidad. ¿Cuál sería la consecuencia de tal interpretación para los de-safíos de nuestros tiempos?

Administración sacerdotal en Mesopotamia. Teneduría de libros centralizada

Comenzamos nuestra consideración de la historia del dinero con la alta cultura de Mesopotamia, es decir, unos 3000 años antes del nacimiento de Cristo. Los asuntos sociales fueron administrados por los sacerdotes. Ellos fueron los responsables de la vida espiritual, la vida jurídica y la vida económica, que en su conjunto formaban una unidad indiferenciada.

Aun no estaban en uso las monedas y billetes. Para la administración económica, todos los procesos económicos fueron documentados en los libros. Para este propósito, se desarrolló un sistema de signos, del cual sólo más tarde se originó la escritura. Estos signos, inscritos en tabletas de arcilla, permitieron registrar con precisión las horas de trabajo, el volumen de producción y la distribución de los bienes.

Mediante la administración sacerdotal se fijaron los precios de los productos en unidades de plata o de cereales. Estas unidades de contabilidad permitieron registrar los procesos económicos, resultando en que prácticamente ninguno de los procesos económicos quedase sin documentar.

Monedas públicas en Grecia y Roma: contabilidad externalizada

Aproximadamente 700 años antes del nacimiento de Cristo, comenzó una nueva etapa. En la región de la Grecia actual, surgieron por primera vez unas estructuras estatales con legislación formalizada. Al mismo tiempo surgió el sistema de acuñación de monedas. Mientras en la antigua Mesopotamia los empleados del templo y los trabajadores eran recompensados con raciones de cereales, ahora empieza el pago mediante monedas que llevan la marca de la ciudad-estado en la que fueron acuñadas. El intercambio de monedas (o billetes) es solo una forma externalizada de contabilidad. El proceso que antes se expresaba en números, se transforma en proceso «real», dando a las personas la libertad de disponer de forma independiente sus ingresos y gastos.

El primer impulso de acuñar monedas fue establecido por los sacerdotes. El sueldo de los empleados estatales, sobre todo el de las fuerzas militares, fue el factor principal para el uso extendido de las monedas. Con las campañas militares de Alejandro Magno, la moneda llegó al oriente, haciendo desaparecer los antiguos sistemas de contabilidad sacerdotal. Finalmente, los romanos introdujeron las monedas en el norte de Europa, desde donde se extendieron por casi todo el mundo.

Revolución comercial en Italia:Teneduría de libros por partida doble, descentralizada

Otro inciso drástico se produjo en el Renacimiento en lo que hoy es el norte de Italia. En el momento en el que apareció el dibujo en perspectiva, también surgió y la contabilidad por partida doble. Los empresarios desarrollaron, a partir de la Italia del norte, una red europea de pago en la que el comercio ya no se realizó mediante el intercambio de monedas sino mediante créditos y deudas. Se organiza-ron grandes mercados de varias semanas de duración a los que acudieron emprendedores de toda Europa. En estos merca-dos solo se anotaron, en bancos comerciales, las deudas y los créditos, que luego se compensaron periódicamente entre sí; un proceso que solo fue posible a través de la confianza, la cooperación y la aplicación de la contabilidad por partida doble.

Por otro lado, esta emancipación de la vida económica en relación al dinero signo (monedas y billetes) también se manifiesta en las emergentes corporaciones modernas. El capital dejó de mantenerse en la corriente hereditaria y se puso en libre circulación. Debido a las nuevas formas corporativas, todo el mundo tenía acceso al capital necesario para su proyecto empresarial, siempre en la medida en que fuera capaz de convencer a los demás de su razonabilidad y rentabilidad. Lo decisivo ya no era la descendencia familiar sino la capacidad individual. Con la contabilidad por partida doble se creó una base de confianza para la inversión mutua, permitiendo al empresario documentar con precisión frente a terceros la capitalización y el éxito de sus actividades empresariales.

Sistema de dinero híbrido

El progreso del naciente dinero económico (generado en la actividad económica con la generación de crédito) no nacional se detuvo en el momento de la emergencia de los estados nacionales. En el mercantilismo, volvió a surgir la moneda esta-tal, haciendo retroceder a los bancos comerciales junto con sus redes de pago. En lugar de un dinero contable no nacional que tuviera su origen en la vida económica, surgió un sistema monetario «híbrido». Mediante la fundación de bancos estatales, los estados-nación obtuvieron acceso y control sobre las redes de pago de los bancos comerciales, basadas en créditos y deudas. Nacieron unos sistemas monetarios piramidales, cuyas principales características fueron los depósitos en los bancos estatales y billetes emitidos por los estados nacionales. 

El gran desvío

Casi al mismo tiempo que la expansión de los bancos estatales, se inició una tendencia opuesta: la economía global. A consecuencia de ello, los estados nacionales vincularon su moneda al oro y a una tasa de cambio fija. Esto resultó en un sistema monetario internacional, el estándar de oro, que luego colapsó con la Primera Guerra Mundial. Por primera vez, la humanidad se vio ante la necesidad de considerar la cuestión del valor del dinero para el mundo.

En el verano de 1922, en su curso para jóvenes economistas, Rudolf Steiner señaló que, en el futuro, el dinero debería ser considerado como una contabilidad de activos y pasivos, como «contabilidad global fluida». En 1944, en la conferencia de Bretton Woods en el estado norteamericano de New Hampshire, el economista británico John Maynard Keynes propuso crear una cámara de compensación internacional, lo que habría sido equivalente a una aplicación práctica de la idea de la contabilidad global tal como lo formuló Steiner.

Ni Steiner ni Keynes fueron escuchados. Después de la Primera Guerra Mundial, los políticos (contrariamente a los consejos y advertencias de Keynes) restauraron el estándar oro de los tiempos de antes de la guerra. Después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos se aprovecharon de la oportunidad para construir un sistema financiero mundial piramidal en cuyo ápice fue colocado el dólar como moneda de reserva mundial. Con la crisis financiera a principios del siglo XXI, esta pirámide se derrumbó, haciendo que hoy la cuestión del dinero para el mundo vuelva a ser importante, y más ardiente que nunca.

Contabilidad mundial = Contabilidad del Yo

La sinopsis de las consideraciones anteriores lleva a entender la íntima relación entre la simple contabilidad de los sacerdotes y la contabilidad por partida doble empresarial de hoy. En los tiempos antiguos, los sacerdotes dirigían la contabilidad en nombre de los dioses, que dirigían los destinos de la humanidad desde fuera. Este aspecto espiritual, después de la encrucijada de los tiempos y el misterio de Gólgota, debe resucitar hoy en las almas humanas individuales.

En consecuencia, la contabilidad ha cambiado. Al igual que la contabilidad sencilla de los tiempos precristianos fue el instrumento de lo divino fuera del ser humano, en el mismo sentido la contabilidad por partida doble de hoy es un instrumento de lo divino resucitado en el ser humano. Una contabilidad por partida doble al servicio de lo divino resucitado en el mundo, usada para iniciativas que sirvan al progreso de la humanidad, significa una contabilidad individual y contabilidad mundial al mismo tiempo.

Por lo tanto, el paso necesario en nuestros tiempos hacia el dinero mundial es en primer lugar un paso de conciencia. Este paso significa que la contabilidad por partida doble permite a cada persona ver sus iniciativas individuales desde una perspectiva global y coordinarlas conscientemente con otras iniciativas. La contabilidad indi-vidual por partida doble, a la vez de ser el primer paso hacia la contabilidad global, también es el instrumento para la coordinación de nuestra voluntad con la de los demás; en otras palabras, es una herramienta con la que se genera karma solar.

Traducción y resumen del artículo homónimo de Fionn Meier, publicado en DAS GOETHEANUM no. 46, noviembre de 2017, por Michael Kranawetvogl