Esto es lo que debemos enfrentar sin caer en engaños

17.11.2021

Esto es lo que debemos enfrentar sin caer en engaños

 

La sintomatología de Steiner nos ayuda a ver que los acontecimientos de la historia son más de lo que parecen ser. Tras ellos  existen grandes fuerzas impulsoras subyacentes y los momentos históricos importantes son síntomas o manifestaciones de estas fuerzas. (1) Ciertamente la “crisis del coronavirus” de principios del siglo XXI es uno de esos momentos significativos y, con la misma certeza se puede decir que, esta crisis del virus es más de lo que parece.

 

Tras de los acontecimientos de su época, Steiner reconoció fuerzas impulsoras completamente enemigas de la vida espiritual y social humana. El se refirió a esas fuerzas como la “mecanización del espíritu, la vegetalización del alma y la animalización del cuerpo”, y advirtió  que “esto es lo que debemos afrontar sin caer en engaños”. (2)  Un siglo más tarde se puede observar que las fuerzas enemigas con las que ahora nos enfrentamos son las mismas que en su época, pero con un nuevo rostro y con mayor intensidad. Anteriormente se encontraban algo escondidas, de repente, como un maremoto, en el estado actual de crisis están saliendo a la luz  y extendiéndose por toda la humanidad.

 

LA ANIMALIZACIÓN DEL CUERPO 

 

Nos indoctrinan insistiéndonos de que las máscaras faciales detienen el contagio, cuando, en verdad, hacen mucho más que eso. Las máscaras faciales son una especie de exteriorización o continuación de nuestras máscaras psíquica. Steiner observó que los jóvenes  van por el mundo a la búsqueda de seres humanos reales, pero que solo encuentran personas con una presencia similar a una máscara, personas que están espiritualmente ausentes. (3) 

 

 El uso de mascarillas obligatorias refuerza externamente esa ausencia y contribuye, físicamente, a expresar la animalización del cuerpo. Caminando por una calle concurrida en la que todos están enmascarados se puede tener la experiencia de estar en medio de una manada de animales. Algunas mascaras de tonos oscuras que apuntan hacia arriba son asombrosamente como hocicos. Los mandatos establecen que las máscaras deben cubrir la boca, la nariz e incluso la barbilla, haciendo desaparecer en gran medida la presencia humana de la expresión facial.

 

La forma escultórica del rostro humano es la expresión del Yo. La presencia del ego se refleja con  mayor evidencia en la rectitud de la frente. y  esto disminuye enormemente cuando se enmascara la parte inferior del rostro. Steiner dice que “quien tiene una cabeza humana ante sus ojos de  escultor, tiene al hombre completo ante sí”. En el redondeado cráneo humano, el sistema nervioso-sensorial se hace escultóricamente presente de forma mas visible. Por otra parte la "formación de los ojos y de la nariz" es "una expresión del hombre como un ser valiente - del hombre que pone su yo interior, en la medida en que es valiente, en oposición al cosmos externo". La forma escultórica de la boca es una “expresión de lo que existe en su ser interior”. (4) 

 

Cuando tapamos con la máscara la zona facial que hace visible la formación de los ojos y de la nariz, disminuimos, o incluso  extinguimos, la expresión física de ese coraje del yo interior. Una disminución de esa valentía es exactamente lo que los gobiernos desean cuando las personas están obligadas a seguir reglas o simplemente a obedecer como si fuesen animales. El coraje para actuar con una voluntad propia e individual se anula y se promociona el cumplimiento de órdenes en masa. Para rematarlo, con la boca y el mentón tapados, lo que se extingue es la individualidad del ser humano - el “hombre de extremidades y metabolismo” como dice Steiner - que se afirma como individuo en el mundo.

 

Cuando todos los que nos rodean están enmascarados, la impresión es que la enfermedad es omnipresente y apenas se mantiene a raya. Al enfermamos también  nos animalizamos hasta cierto punto pues perdemos la fuerza del ego/Yo y nos parecemos más a la enfermedad que a nuestro propio yo real. La enfermedad nos desequilibra, perdemos parte de nuestra libertad y nos enfoca en una dirección en particular, nos animaliza. Dependiendo de la forma de la enfermedad nos enfoca a actuar mas como criaturas nerviosas, criaturas rítmicas o criaturas de metabólicas, siendo así como se diferencian los animales. Consecuentemente, si se supone que toda la población  están posiblemente enfermos, tengan síntomas o no, entonces parece justificado que todos puedan ser evaluados y tratados como las vacas de un rebaño son examinadas y tratadas para enfermedades como la mastitis. Las pruebas de PCR obligatorias entran en esa categoría y es digno de mención que la prueba de PCR anal obligatoria se implementó en China a principios de 2021. (5)  ¿Deberíamos dudar de que esta rigurosa "medida de rebaño" esté en camino aquí?

 

VEGETIZACIÓN DEL ALMA

Muchas de las actuales directivas gubernamentales también tienen el efecto de la vegetabilidad del alma. El confinamiento es uno de ellos y el distanciamiento social otro. Básicamente, estamos obligados a permanecer fuera del espacio personal de los demás.

El fenómeno del distanciamiento social es un síntoma de algo mucho más que una simple, aunque controvertida, medida de salud pública. Es una expresión de un profundo ataque al alma humana. Cuando estamos dentro del espacio personal de los demás, suceden muchas cosas en a nivel físico y anímico que no pueden suceder cuando no lo estamos: podemos darnos la mano, tocar a otro tierna o bruscamente, abrazarnos, besarnos, etc. Nuestros ojos, "las ventanas del alma", pueden encontrarse de una manera que nos lleva mucho más allá de la mera comunicación verbal. Los niños pequeños necesitan un espacio anímico íntimo cuando aprenden acerca del mundo por imitación, como es natural en ellos, tras abandonar el abrazo cariñoso de los brazos y el pecho maternos. Mientras tanto, actualmente, en las aulas y los patios de recreo de todo el mundo, los niños están siendo cuidadosamente distanciados socialmente.

 

Vegetar es vivir o pasar un tiempo de una manera aburrida, inactiva, sin desafíos. Pero la vegetación del alma, como lo dice Steiner, es más que inactividad. Quiere decir que la inconsciencia se apodera del ser humano; de hecho, nos parecemos más a plantas que a seres humanos. Cuando estamos en ese estado tendemos a ser mucho más manejables como las plantas en macetas, o más capaces de ser entrenados en una determinada dirección, como los escaladores.

 

Ciertamente, las plantas viven en comunidades en la naturaleza, pero estas comunidades surgen de fuerzas vitales y condiciones externas puramente inconscientes. La comunidad humana surge a través del amor y el cuidado, a través del idealismo y el sacrificio, a través del entusiasmo y el compromiso. Todas estas cualidades crecen cuando somos capaces de entrar y salir conscientemente, a través de la actividad de nuestro Yo, del espacio anímico íntimo de los demás a través de una conexión humana real.

 

MECANIZACIÓN DEL ESPÍRITU

Esta expresión es como una contradicción; ¿Cómo podría algo de naturaleza espiritual convertirse en una máquina? ¿Pudiera ser que una dimensión de nuestro ser está pasando a su opuesto total?

La mecanización del espíritu es una característica de la vida humana moderna y tendemos a tomarla como algo normal. En esta época del virus, este significativo momento histórico que vivimos, el proceso de mecanización se acentúa en alto grado.

La mecanización del espíritu no significa necesariamente que nuestras mentes se conviertan en máquinas reales, aunque sea eso precisamente lo que buscan los muchos que nos conducen hacia la convergencia de la mente humana y la inteligencia artificial: el llamado Punto de Singularidad. Nuestra forma moderna de pensar, intelectual, ya es como una máquina como  lo indicó Steiner una y otra vez. Se refirió a ella como una forma de pensar abstracta y muerta; es mecánica porque solo puede captar las leyes del reino material. Tal pensamiento no puede penetrar en lo fenómenos  de vida, no puede comprender el espíritu.

Es este pensamiento maquinal el que está creando una inteligencia artificial como una extensión de sí mismo. Desde el comienzo de la crisis del virus nos están presionando, de una manera rápidamente acelerada, la necesidad de comunicarnos con los demás solo a través de la tecnología informática: educación, compras, comunicación personal, consultas médicas, actuaciones, etc. El ir a trabajar a una oficina se está convirtiendo rápidamente en una cosa del pasado. Por real e inmediata que parezca, la realidad informática es solo vida virtual. Hasta ahora, la mayoría de nosotros hemos podido usarla solo como una herramienta, pero con los requisitos del distanciamiento social y el confinamiento, la realidad virtual y digital se está volviendo absorbente. Este es un momento de umbral a medida que nos aceleramos a lo largo del camino hacia la Singularidad.

Estamos ante la progresiva destrucción del ser humano - “esto es lo que debemos afrontar sin engaños”. La humanidad está al borde de un abismo y todo lo que se habla sobre la solución mágica de la modificación de la estructura genética humana (las “vacunas” de mRNA o DNA) hace poco para disminuir esa impresión. Sobre este tema, debemos tener en cuenta la advertencia que dio Steiner en 1917:

“….. los espíritus de las tinieblas van a inspirar a sus huestes humanos, en quienes habitarán, a encontrar una vacuna que saque toda inclinación hacia la espiritualidad de las almas de las personas cuando aún sean muy jóvenes. . .” (6) 

Cuando nos alejamos de una inclinación hacia la espiritualidad, de una forma u otra, lo más seguro es que nos encontremos en un estado vegetativo del que es difícil imaginar que sea posible una restauración.

 

Sin embargo, a pesar de todo esto, nuestro futuro no está  de ninguna manera fijo. Todavía  no estamos reducidos a un estado vegetativo y  tenemos la capacidad y la responsabilidad de trabajar como artistas sociales para construir el mundo del futuro.

 

EL CAMINO A SEGUIR 

Después de discutir la mecanización del espíritu, la vegetalización del alma y la animalización del cuerpo, Steiner continúa diciendo: 

“[Necesitamos] reconocer al organismo social en sus tres aspectos: socialismo en la vida económica, democracia en la vida de los derechos y libertad o individualidad en la vida cultural. En realidad, esto es la única salvación para la humanidad.” (7) 

A primera vista, la frase de Steiner es bastante sorprendente. Un momento está hablando de la destrucción del espíritu, el alma y el cuerpo humanos, y  al momento siguiente de la economía, los derechos, la vida y la cultura.  Esto solo muestra la enorme importancia que Steiner otorga a la renovación social en términos de un triple orden social . En la misma medida en que las fuerzas enemigas se revelan en el punto significativo actual de la historia moderna, se hace evidente la urgencia del triple impulso social.

La tarea central del artista social, en relación con un fenómeno o situación social específica, es determinar a qué esfera pertenece total o predominantemente. Esto no es necesariamente fácil de hacer. El ejemplo desarrollado aquí se relaciona con la situación del virus que hemos estado considerando, es decir, con el fenómeno social de la medicina. La situación del virus es fundamentalmente una cuestión de medicina, de salud y enfermedad, de lidiar con un patógeno. El uso forzado de mascarillas, el distanciamiento social, el encierro, el análisis del PCR o las pruebas de anticuerpos, la vacunación y la cuarentena son todas medidas médicas que están llevando a cabo actualmente los gobiernos centralizados.

 

La investigación médica que desarrolla nuevos medicamentos implica la contribución de un conocimiento y creatividad individual y libertad de pensamiento y acción. Esto lo ubica socialmente , principalmente, dentro del ámbito cultural-espiritual. Lo que quizás sea más difícil de ver es que la práctica médica, es decir, el trabajo de los médicos y nuestra relación con ese trabajo, es igualmente una actividad cultural-espiritual y no puede ser manipulada desde la política. La forma en que nos relacionamos con Covid 19, o cualquier enfermedad, es individual. Los síntomas de una enfermedad a nivel corporal son en gran medida los mismos para cualquier persona pero, al igual que con el proceso de envejecimiento y muerte, la forma en que nos relacionamos con estos síntomas es un asunto individual y, de hecho, puede abrir un camino hacia el autoconocimiento. Si buscamos asistencia médica y el tipo de asistencia médica que buscamos, es igualmente un asunto individual. Todo el fenómeno de la enfermedad y su tratamiento debe ser una cuestión de libertad individual. Y, afortunadamente para Australia esto es precisamente lo que está consagrado en la Constitución australiana: los procedimientos médicos de cualquier tipo solo pueden tratarse en la relación entre un paciente y su médico. no por el gobierno. (8) 

 

El médico y el paciente forman, por así decirlo, una unidad. Se puede realizar un pago, pero de hecho no se trata de una transacción económica. El médico no está vendiendo algo al paciente, sino que busca ayudar a extraer algo de la constitución y los poderes internos del paciente, físicos y espirituales; a saber, su salud. De esta manera el trabajo del médico puede relacionarse directamente con el trabajo del docente que va extrayendo capacidades y comprensión de los estudiantes para “liberarlos”. El trabajo tanto del profesor como del médico pertenece al ámbito cultural-espiritual de la sociedad, aunque no solemos pensar en la práctica médica como “cultural” o “espiritual”.

 

A nivel corporal tenemos los mismos síntomas de enfermedad que los demás, pero eso no tiene nada que ver con el ideal de igualdad expresado en todo lo que tiene que ver con los derechos y la ley. La igualdad significa que el espíritu toca a cada individuo humano, cada persona dice "yo". La expresión “inmunidad colectiva” pertenece a una lectura científica de la enfermedad que considera a los seres humanos de la misma manera que se entiende la enfermedad en los animales, es decir, todos los seres humanos tienen los mismos síntomas y responden de la misma manera al mismo tratamiento.

 

Asimismo, no existe conexión entre la enfermedad, su tratamiento con el ideal de hermandad o fraternidad. La fraternidad es un ideal del espíritu humano, un esfuerzo común de individuos humanos libres. La idea del “bien común” se escucha constantemente como motivo para imponer restricciones y tratamientos generales a la población. Los procedimientos médicos forzosos no tienen nada que ver con el ideal de fraternidad y se relacionan con el “bien común” solo en la forma en que alguien que está manteniendo la salud médica general de una manada de ganado lleva a cabo procedimientos similares para “el bien” de toda la manada.

 

Se podría protestar: ¿no son medidas de salud pública cosas como el encierro, el toque de queda, el uso obligatorio de mascarillas y las pruebas de PCR obligatorias, de la misma manera que el saneamiento de nuestras calles y la fluoración de nuestra agua son medidas de salud pública? No son. En realidad, la fluoración del suministro público de agua como "medicamento comunitario" se acerca en cuanto a que implica un procedimiento médico (un medicamento) que se introduce a la fuerza, y mayoritariamente, de forma inconsciente, en el cuerpo de las personas. Por cierto, esa es la razón por la que se detuvo su aplicación  en la mayoría de los países europeos. (9)  Pero la fluoración no genera sanciones por incumplimiento y es fácil de evitar mediante el uso de un filtro de agua.

 

De acuerdo a las leyes relativas a los “estados de emergencia” vigentes en todo el mundo, los oficiales médicos están encargados de proteger y cuidar de la "manada humana". Arrancados, por así decirlo, de su legítimo lugar dentro de la esfera cultural-espiritual, a los médicos o profesores de medicina se les han otorgado poderes dictatoriales dentro de la esfera política, dictatoriales en el sentido de actuar fuera de cualquier proceso parlamentario o democrático. Esta extraordinaria posibilidad nos viene de la época romana, en la que los estados de emergencia eran permisibles, pero, significativamente, por no más de seis meses. (10) En el derecho romano, el Senado podía otorgar poderes a un individuo para hacer frente, durante este medio año, a situaciones como guerras, desastres naturales o pestilencias. Dictador era el término para esta persona. Actualmente, por ejemplo, Victoria se encuentra en estado de emergencia, declarado por primera vez en marzo de 2020 y ampliado recientemente hasta diciembre de 2021, es decir, veinte meses hasta ahora. El siguiente comentario es digno de mención:

 

“Aunque es bastante poco común en las democracias, los regímenes dictatoriales a menudo declaran un estado de emergencia que se prolonga indefinidamente durante la vida del régimen, o por períodos prolongados de tiempo para que las derogaciones se puedan utilizar para invalidar los derechos humanos de sus ciudadanos, generalmente protegidos por el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos.” (11) 

 

La idea de que un médico o profesor de medicina pueda ser traído del ámbito cultural-espiritual para servir como dictador, eso es algo que podría suceder en tiempos mucho más recientes en los que los científicos o "expertos médicos" tienen una posición social muy alta. , algo equivalente a los héroes guerreros o semidioses de la época romana.

 

Steiner señala que, para lograr la renovación social, debemos dar un paso decisivo más allá de los sistemas legales-gubernamentales romanos que aún impregnan nuestra cultura. (12) La actual crisis social del virus sirve para mostrarnos, con absoluta claridad, que debemos avanzar hacia un triple ordenamiento de la sociedad, más allá de cualquier situación de “estado de emergencia” romano y más allá de cualquier posibilidad de que puedan surgir tiranías médicas extraparlamentarias, bajo cualquier circunstancia. Sin reformas, sin renacimientos, sin avivamientos de la Edad de Oro, algo que viene totalmente del futuro, el triple impulso social significa lanzarse a lo nuevo, fundado únicamente en la percepción espiritual libre. Cualquier situación de emergencia puede ser atendida adecuadamente de acuerdo con una sana organización social triple y eso significa un diálogo entre los tres ámbitos en igualdad de condiciones: el económico, el de derechos y el cultural-espiritual (orientado al médico si la emergencia es una epidemia o una pandemia).

 

En definitiva, el campo de la medicina, que comprende desde la investigación hasta el tratamiento, pertenece principalmente al ámbito cultural-espiritual y debe ser una cuestión de libertad. Por supuesto, es mucho más fácil ver que las artes y la práctica religiosa pertenecen a esta esfera, pero el juicio dedicado e inquebrantablemente veraz del artista social debe ser que la medicina también lo hace, al igual que todos los demás aspectos de la ciencia. La medicina es una cuestión de derechos políticos solo en la medida en que todos tengan el mismo derecho a recibir tratamiento médico y a medicamentos debidamente probados y certificados. Es sólo una cuestión económica en la medida en que los medicamentos y tratamientos sanitarios estén “en el mercado”.

 

¿Es válido entonces, en esta época de crisis cuando los temas médicos dominan las noticias y se dice que una pandemia tiene al mundo bajo su control, insistir con Steiner en que el orden social triple es la única salvación para la humanidad? En nuestro tiempo, la libertad humana corre grave peligro de perderse porque se malinterpreta y prácticamente se prohíbe mencionarla. El primer ministro victoriano a mediados de 2020 dijo filosofando que con el toque de queda “no se trata de derechos humanos” sino  que “se trata de la vida humana”.(13) En otras palabras, la libertad es egoísmo. En este tiempo de inmensa crisis, sólo la imagen de la sociedad como un organismo triple integrado puede dar sentido y lugar al ideal y valor de la libertad, al verdadero sentido de la igualdad, al valor y al esfuerzo de la fraternidad.

 

Autor: Nigel Hoffmann 

Nigel Hoffmann PhD es el autor de Goethe’s Science of Living Form: The Artistic Stages (Adonis Press, USA, 2007) y The University at the Threshold: Orientation through Goethean Science (Rudolf Steiner Press, UK, 2020). Es director de The Education for Social Renewal Foundation.

 

Notas

1 R. Steiner, The New Spirituality and the Christ Experience of the Twentieth Century, Rudolf Steiner Press, London, 1988, pp.8-9.

2 R. Steiner, Education as a Force for Social Change, Anthroposophic Press, Hudson, 1997, p.9.

3 R. Steiner, Youth and the Etheric Heart, p.109.

4 R. Steiner, Antroposofía y artes visuales, Conferencia en La Haya, 9 de abril de 1922.  

5 Ver por ejemplo: https://www.abc.net.au/news/2021-01-27/china-coronavirus-new-invasive-quarantine-rules-lunar-new-year/13094370  

6 R. Steiner, “La Caída de Los Espíritus de Las Tinieblas”, Conferencia 13.  

7 R. Steiner, Education as a Force for Social Change, pp.9-10.

8 Consulte la Sección 51-23a que establece que el gobierno no puede autorizar “ninguna forma de servicio militar obligatorio”. Un referéndum en 1946 y la opinión de numerosos jueces del Tribunal Superior desde ese momento confirman que esta afirmación significa que el gobierno no puede imponer procedimientos médicos a la gente de este país, que dichos procedimientos son asunto exclusivo de un individuo y su médico y deben involucrar el consentimiento del individuo. Esto incluiría pruebas de PCR, uso de mascarillas y vacunas.  

9 Solo el 2% de las personas en Europa bebe agua artificialmente fluorada. https://en.wikipedia.org/wiki/Water_fluoridation_by_country 

10 https://en.wikipedia.org/wiki/Senatus_consultum_ultimum  

11 https://en.wikipedia.org/wiki/State_of_emergency

12 R. Steiner, Education as a Force for Social Change, p.18.

13 Ver: https://www.theguardian.com/australia-news/2020/sep/11/daniel-andrews-dismisses-human-rights-complaint-over-melbourne-covid-curfew).