La red Sardex de Cerdeña

Un modelo para una economía asociativa urbano-rural

01.01.2019

El 25 Octubre 2018 se celebró en Barcelona la Jornada ‹Monedas sociales para el desarrollo local›, dando a conocer las experiencias de las monedas sociales locales así como los referentes internacionales de la red Sardex de Cerdeña y el Chiemgauer de Alemania.

La red Sardex, fundada en Italia en 2009, fue clasificada por el Financial Times 2017 entre las 1000 empresas de más rápido crecimiento en el mundo. De hecho, desde su introducción, el sistema Sardex dio un impulso importante a la economía de Cerdeña, que hace una década estaba en el suelo.

Cómo funciona la red Sardex

Sardex ofrece a sus miembros servicios de préstamo sin intereses en el área de pequeñas y medianas empresas, creando una forma de pago que complementa el euro. Los miembros de la red Sardex obtienen acceso a una plataforma en línea, donde pueden encontrar ofertas y solicitudes de productos y servicios de otros miembros. Las operaciones comerciales entre los miembros se efectúa a crédito, con los llamados ‹préstamos Sardex›, que en principio funcionan como una moneda regional.

De todos modos, el éxito de la iniciativa no se basa en la plataforma digital, sino en la capacidad de los fundadores de crear y cultivar un espíritu de comunidad dentro de las empresas vinculadas a través del sistema de compensación. El sistema de compensación es una forma de contabilidad entre compañías que proporciona información que, con la condición de ser adecuadamente comunicada, puede mejorar la colaboración entre las empresas.

Por ejemplo, entre los miembros de Sardex, un dentista hace un tratamiento dental a un carpintero, compensado en préstamos Sardex. El préstamo le sirve para hacer compras en la tienda del panadero que también es miembro. El panadero luego usará los préstamos para pagar al carpintero por las nuevas estanterías de la tienda. De este modo se cierra el círculo de crédito. A lo largo del año, el balance en las cuentas de cada miembro debe ser equilibrado (cerca de cero). Esto es necesario para que el sistema funcione. Los estados de cuenta son transparentes para todos los miembros. Un equipo de mediadores facilita oportunidades de negocio. Los conocimientos del equipo e incluso el asesoramiento en política económica, son bien recibidos por el gobierno de Cerdeña.

Hoy en día, más de 3200 pequeñas y medianas empresas sardas son miembros de la red Sardex. Muchas de las solicitudes de afiliación tienen que ser denegadas para poder mantener un equilibrio en el intercambio entre los diversos tipos de productos y servicios.

Un modelo inspirador para otras iniciativas

Las nuevas formas innovadoras de Sardex se pueden interpretar como pasos hacia una economía asociativa tal como la vislumbró Rudolf Steiner. Inspirado en el modelo de la red Sardex, el proyecto ‹Asociación regional basada en la mutua compensación› pretende desarrollar y establecer un sistema de compensación monetaria en el sur de Alemania, adaptándolo a las ideas del Curso de economía política de Rudolf Steiner. Los primeros encuentros de personas interesadas tuvieron lugar en abril y mayo de 2018 en Dornach (CH). Entre las 25 personas comprometidas con las cuestiones de una economía sostenible y empresarios de diversos sectores, se encontraban Guiseppe Littera (confundador de la red Sardex), Jean-Marc Decressonnière (Banco ‹GLS Gemeinschaftsbank› Basilea, miembro del Consejo Económico de la Comunidad de Cristianos Basilea; miembro del consejo directivo de Confoedera Zúrich, asociación para la economía asociativa), y Stephan Eisenhut (economista, ex maestro Waldorf y editor de publicaciones sobre la trimembración social).

Stephan Eisenhut: «El modelo Sardex es un germen que puede desarrollarse en muchas direcciones, una de las cuales es redirigir la relación urbano-rural dentro de una región económica. El concepto ‹rural› abarca todos los ámbitos de la vida económica relacionados con la agricultura y la alimentación y los servicios básicos; el concepto ‹ciudad› reúne todos los demás logros comerciales y culturales/espirituales del sector de las PYME. Teniendo en cuenta el gran número de empleados que trabajan en pequeñas y medianas empresas, se ve un potencial enorme para el rediseño de la relación urbano-rural.»

Valorar la industria agrícola como parte fundamental de la economía

Cada vez hay una mayor concienciación para tener una agricultura intacta y una alimentación sana. Sin embargo, tal agricultura solo es posible si los precios de los productos agrícolas son tales que los productores pueden producir de manera sostenible, es decir, si no son forzados a introducir una racionalización e industrialización inhóspita de los procesos de producción. Esto incluye que el esfuerzo necesario para mantener la fertilidad del suelo también se refleje en el precio de los productos. La condición económica para una agricultura sostenible es que un número adecuado de agricultores capacitados puedan trabajar en las tierras agrícolas disponibles en una región económica para que puedan obtener un ingreso decente al producir alimentos de alta calidad.

Por eso, el mencionado proyecto tiene el objetivo de crear un ciclo de transferencia/compensación entre las compañías de la ‹ciudad› y el ‹medio rural›, basado en la idea de la comunidad solidaria. Se intenta agrupar un cierto número de empresas ubicadas en la ciudad en torno a una empresa «rural», de tal manera que el ciclo de compensación pueda permanecer cerrado en gran medida. En la medida en que se unen las compañías «urbanas» al ciclo de compensación, se pueden integrar nuevas compañías «rurales». En dicho sistema, el riesgo de pérdidas de cosecha de las empresas agrícolas se puede asumir de manera solidaria. Las compañías afiliadas pueden mantener el proceso de producción incluso en caso de una crisis del sistema monetario convencional. | Michael Kranawetvogl, Vilagarcía de Arosa (ES)