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Los tiempos de trimembración, 1917 a 1922
Contenido
La situación histórica de 1917
La revolución de noviembre de 1918 en Alemania
La fase inicial
El movimiento de los consejos
Antecedentes del movimiento de la trimembración social
La evolución del pensamiento social de Rudolf Steiner
Las iniciativas de Rudolf Steiner durante la Primera Guerra Mundial
Conclusión
El movimiento de trimembración social en la época de la posguerra
Los primeros intentos
El ‹Llamamiento al Pueblo Alemán y al Mundo Cultural›
Los primeros discursos de Rudolf Steiner acerca de la trimembración social
El movimiento de los consejos empresarial y cultural
El fin del movimiento de trimembración como movimiento político-social
Conclusión
Hay dos trabajos de referencia sobre los “tiempos de trimembración”:
* Albert Schmelzer, Die Dreigliederungsbewegung (El Movimiento de Trimembración) 1919, editorial ‹Verlag Hardenberg› en la editorial ‹Verlag Freies Geistesleben›, Stuttgart, 1991.
* Hans Kühn, Dreigliederungszeit (Los Tiempos de Trimembración), editorial ‹Philosophisch-Anthroposophischer Verlag›, Goetheanum, Dornach, 1978.
Este texto recoge algunos aspectos importantes de las dos publicaciones mencionadas, sobre los esfuerzos de un pequeño grupo de personas comprometido a divulgar las nuevas ideas sociales de Rudolf Steiner en medio de máxima incertidumbre sobre cómo sería un orden social estable, sano y pacífico. Analiza el movimiento de trimembración social en el contexto del pensamiento social de la época de 1917 a 1922, y de la situación histórico-social en la Alemania de finales de la Primera Guerra Mundial, como desenlace de una lucha de ideas por una nueva vida social, en la que el movimiento de trimembración social intentó participar de una manera constructiva a través de la actividad de la Unión para la Trimembración del Organismo Social (Bund für Dreigliederung des sozialen Organismus).
La situación de partida de 1917
Muchas personas conciben la creación de la primera escuela Waldorf en 1919 como inicio y primer paso práctico del movimiento para la trimembración social. Sin embargo, antes de que se produjese este resultado visible
En medio de la Primera Guerra Mundial, en 1917, estalla la Revolución de Marzo en Rusia. El 6 de abril de 1917, Estados Unidos de América declara la guerra a Alemania y empieza a hacer valer sus intereses en Europa y Oriente Próximo. Rudolf Steiner critica con vehemencia los planes e intenciones que el presidente americano Woodrow Wilson tenía para el orden posbélico y la prevista conferencia de paz.
Cuando el 15 de marzo de 1917, Rudolf Steiner desarrolla, por primera vez en público, la trimembración anímico-fisiológica del ser humano 1, la fecha de esta conferencia coincide con la de la abdicación del zar en Rusia. Significativamente, en el momento que se produce el suceso histórico de la caída de un emperador, que será seguida por las de tantas otras monarquías en Europa, Steiner expone la idea de que cualquier organismo solo puede prosperar saludablemente si se libera de la fuerza que reclama para sí el control central sobre él. Ha llegado el fin del estado unitario que se ocupa de todo e interviene por intereses propios en los ámbitos de la economía y cultura (de la educación, por ejemplo); un estado cuya actitud de poder Rudolf Steiner diagnostica como principal causante de la catástrofe de la Primera Guerra Mundial.
Paralelamente Rudolf Steiner proclama en dicha conferencia y, poco después en el escrito ‹En torno a los enigmas del alma›, el fin de la idea de que el cerebro sea el sistema unitario que regula el resto del organismo humano. Este resultado de la ciencia espiritual tiene el potencial de dar un nuevo impulso a la ciencia antropológica ortodoxa, pero al mismo tiempo evidencia la necesidad imperiosa de repensar el organismo social.
Cuando publica el escrito ‹En torno a los enigmas del alma› en noviembre de 1917, exponiendo la relación de la fisiología trimembrada humana con las tres facultades anímicas (sistema neuro-sensorial/pensamiento, sistema rítmico/sentimiento, sistema metabólico-motor/voluntad), el entendimiento de esta organización fue clave para la idea de un organismo social en el que los tres miembros correspondientes (económico, jurídico y cultural-espiritual) se deben comportar de manera que ninguno tenga más poder y autonomía que el otro y, en el que todos estén al servicio de lo que los otros no son capaces de realizar.
Después de mantener en 1917 amplias conversaciones con representantes de la política/aristócrata de Alemania y Austria (entre otros, los encuentros con el conde Otto von Lerchenfeld, sobrino del diputado gubernamental Hugo Lerchenfeld, y contactos con personalidades políticas cercanas al emperador austriaco Carlos I) expone el enfoque del organismo social trimembrado como requisito necesario dentro de la evolución de la humanidad. Al respecto comenta lo siguiente:
«Creo que no hubiera sido posible recibir la idea del organismo social trimembrado de la manera correcta sin haber anteriormente investigado el propio organismo humano». 2
Con estas palabras Rudolf Steiner pone de manifiesto, justo en el momento decisivo histórico de 1917/1918, en el que todo el mundo anhelaba algo nuevo, sin tener las ideas sociales adecuadas, la importancia crucial de haber desarrollado anteriormente la visión de la naturaleza trimembrada del ser humano, tal como la dio a conocer en 1917.
La revolución de noviembre de 1918 en Alemania
La revolución comenzó cuando, a finales de la Primera Guerra Mundial, el mando de la Marina alemana planeaba dirigir un último ataque contra la Armada Real británica desde el puerto de Kiel. En la mañana del 4 de noviembre de 1918, los marineros de la tercera escuadra, en un intento por evitar ser sacrificados innecesariamente, organizaron un motín en el que tomaron el control de las instalaciones públicas y militares en la ciudad de Kiel. En pocos días el motín se transformó en una revolución generalizada, que acabó por derrocar a la monarquía.
Del 4 de noviembre en adelante, las delegaciones de marineros se esparcieron por todas las grandes ciudades de Alemania. El 7 de noviembre, la revolución abarcaba todas las ciudades costeras, así como Hannover, Brunswick, Fráncfort del Meno y Múnich; sólo dos días más tarde, un consejo de trabajadores y soldados forzó en Múnich al último rey de Baviera, Luis III, a renunciar al trono, y se proclamó la república en Baviera. Durante los días siguientes, todos los príncipes gobernantes de los demás estados alemanes también se vieron obligados a abdicar.
La fase inicial
El 9 de noviembre de 1918, el socialdemócrata Philipp Scheidemann, anunció desde el Reichstag de Berlín la abdicación del emperador Guillermo III y proclamó la república: «El emperador ha abdicado […] El príncipe Max von Baden ha cedido su cargo de canciller al diputado Ebert […]. Lo viejo y decadente, la monarquía, está rota. Viva lo nuevo. ¡Viva la República Alemana!». Pero casi al mismo tiempo, Karl Liebknecht proclamó la República Socialista Libre Alemana en el Palacio Municipal de Berlín con las palabras: «Los miembros del partido [la Liga Espartaquista, que Liebknecht había fundado el día anterior] proclamamos la República Socialista Libre de Alemania; en la que no habrá más esclavos y en la que cada trabajador honrado recibirá una justa retribución por su honesto trabajo. Se han acabado los principios del capitalismo, que llevaron a Europa al caos».
El mismo día por la tarde, un grupo de cien «dirigentes revolucionarios» de las grandes empresas industriales de Berlín ocuparon el Reichstag para formar un parlamento revolucionario. Para despojar a Ebert de la iniciativa, decidieron convocar a elecciones para el día siguiente: toda empresa de Berlín y todo regimiento debían elegir consejos de obreros y soldados, que luego elegirían un gobierno revolucionario integrado por los dos partidos obreros, el SPD (partido socialista alemán) y el USPD (partido socialista alemán independiente). Finalmente, fueron elegidos tres miembros del SPD y otros tres del partido independiente y más radical, USPD, para conformar el Consejo de los Representantes del Pueblo.
El movimiento de los consejos
Del 9 de noviembre en adelante, un Comité Ejecutivo y el Consejo de los Representantes del Pueblo reemplazaron al viejo gobierno. El 12 de noviembre, este consejo presentó su programa de gobierno en el que entre otras cosas se estipuló la jornada laboral de ocho horas y la ayuda para los desempleados.
Bajo la presión de los representantes del USPD, este consejo de representantes del pueblo nombró, el 21 de noviembre, una «Comisión de Socialización» para promover la estatalización de la industria minera. Finalmente, estos planes quedaron sin acabar, y solo se instituyeron «consejos empresariales» como equipos autogestionados en la industrias del acero y del carbón. Del mismo modo, los consejos de obreros y soldados lograron disolver la administración municipal en muchas localidades. En las industrias de la ciudad de Leuna, los consejos incluso destituyeron a la dirección empresarial.
Del 16 al 21 de diciembre de 1918, se celebró en Berlín el Primer Congreso General de Consejos de Obreros y Soldados. Se reunieron quinientos delegados, que en la fase inicial revolucionaria, a pesar de carecer de un objetivo común y de una clara estructura organizativa, representaron un considerable factor de potencia. El 19 de diciembre, los consejos votaron por un sistema de democracia parlamentaria y en contra de la creación de otro sistema diferente defendido por la Liga Espartaquista: el movimiento revolucionario marxista, fundado por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg, cuyo objetivo fue dejar el máximo poder legislativo y ejecutivo en manos de los propios consejos de soldados y obreros. Sin embargo, las fuerzas de la izquierda moderada, en su mayoría partidarios de la socialdemocracia, lograron conducir el movimiento revolucionario a una democracia parlamentaria, en la que la cuestión social iba a ser cada vez más administrada por los partidos políticos y estar cada vez menos bajo el control de los consejos.
De hecho, los crecientes y espontáneos impulsos de autogestión del movimiento revolucionario popular no fueron acogidos por los partidos políticos, que intentaron transformar las iniciativas revolucionarias en un movimiento de votantes y seguidores del partido. Por ejemplo los consejos de obreros y soldados que se fundaron en imitación al sistema de los soviets (consejos) de la Rusia revolucionaria del año 1917, para el SPD constituyeron un impedimento para sus propios planes de reformas sociales moderadas. El Levantamiento Espartaquista del año 1919 fue aplastado por el gobierno socialdemócrata y los Freikorps (unidades paramilitares formadas por veteranos de la primera guerra mundial) usando los patrones del Estado autoritario. Los fundadores de la Liga Espartaquista y del Partido Comunista de Alemania, Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht fueron asesinados.
El desenlace formal de la revolución ocurrió el 11 de agosto de 1919 con la rúbrica de la nueva Constitución de la República de Weimar.
Antecedentes del movimiento de la trimembración social
Tanto el pensamiento social de Rudolf Steiner desarrollado hasta el año 1917 como algunas iniciativas personales suyas para dar a conocer sus pensamientos en los altos círculos políticos fueron facilitadores y orientadores para el posterior movimiento de la trimembración social. A continuación sigue una breve sinopsis de estos pasos preparatorios.
La evolución del pensamiento social de Rudolf Steiner
Rudolf Steiner había terminado de desarrollar los conceptos fundamentales de la trimembración social justamente para el momento histórico de máxima demanda de nuevas ideas sociales para la Alemania que debía superar las viejas estructuras sociales y planteamientos político-imperiales.
La filosofía de la libertad y el ideal de la fraternidad
Hasta el año 1914, las observaciones de Rudolf Steiner acerca de cuestiones sociales y políticas tuvieron un carácter más bien esporádico, pero al mismo tiempo contenían elementos decisivos para el desarrollo posterior del concepto de trimembración social. Por ejemplo en un artículo del año 1898, que expandía la Filosofía de la Libertad hacia el campo social e histórico, Rudolf Steiner formuló la ley sociológica fundamental:
«En los estados culturales primigenios, la humanidad tiene el anhelo de conformar conjuntos sociales. El interés del individuo se sacrifica en favor del interés del conjunto. La evolución futura lleva a que el individuo se libera del interés de los conjuntos sociales y conduce al libre desarrollo de las necesidades y capacidades del individuo.» 3
Con estas palabras, Rudolf Steiner defiende el individualismo ético como el ideal de sociedad, invirtiendo los conceptos del darwinismo social hacia la subordinación de las actividades del Estado a las necesidades del individuo. Este privilegio de la iniciativa individual ante las competencias estatales, también halla expresión en sus críticas contra el sistema educativo de su época:
«Un plan de docencia elaborado hasta los más menudos detalles, un sistema prescriptivo que condiciona al maestro hasta sus más mínimas actividades [...] imposibilita el desarrollo de la individualidad, pues el éxito del sistema educativo dependerá únicamente de la disposición a respetar las individualidades de los futuros maestros.» 4
Pero no satisfecho con desarrollar ideas acerca de la vida cultural y educativa, Rudolf Steiner aceptó en el año 1899 ejercer de docente en la escuela socialdemócrata para la formación de trabajadores en Berlín, junto con Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg. Allí enseñó historia y ciencias naturales durante un período de cinco años, pero también dio clases de ejercicios de expresión oral artística y de expresión escrita.
Años más tarde, Rudolf Steiner formuló el «principio social». Contrario a la ley sociológica fundamental que reivindica los derechos del individuo ante la comunidad, este principio social establece las condiciones para la integración del individuo en un contexto económico y social.
«El bienestar de toda comunidad de personas que en ella trabajan será tanto mayor en cuanto cada uno no requiera para sí mismo el producto de su trabajo. Es decir, cuanto más de este producto ceda a sus semejantes y cuanto más se satisfagan sus propias necesidades no de su propio trabajo, sino del de los demás.» 5
Estos pensamientos llevan al terreno del altruismo y la superación del egoísmo como elemento importante de la cuestión social.
Una comparación entre la ley sociológica fundamental y el principio social muestra que el pensamiento social de Rudolf Steiner partió de valores sociales polarmente opuestos:
* la libertad del individuo y
* la fraternidad con los demás miembros de una comunidad.
Por un lado, los impulsos de libertad e individualidad exigen la moderación de la autoridad estatal; por otro, el ideal de la fraternidad exige una superación del egoísmo. Estas son las ideas germinales que Rudolf Steiner dio al pensamiento social antroposófico que, consciente del campo de tensión entre los dos ideales sociales, conduce a la pregunta de cómo organizar el todo social. Sus investigaciones dentro de la ciencia espiritual, llevaron a Rudolf Steiner a la visión de la organización trimembrada de una comunidad, donde los dos ideales de libertad y fraternidad se complementan con el tercero, intermedio, el de la igualdad.
En 1918/1919, durante la época revolucionaria de posguerra, Rudolf Steiner publicó su libro Los puntos centrales de la cuestión social (Die Kernpunkte der sozialen Frage, GA 23), con las intenciones principales de recoger las ideas fundamentales de la Revolución Francesa (libertad, igualdad, fraternidad) e integrarlas en las condiciones y necesidades de la actualidad: contribuir a una convivencia pacífica multicultural de los pueblos europeos, y conducir las ideas difusas del movimiento popular de autogestión a un concepto social abarcante. Este escrito, con una tirada inicial de 80.000 ejemplares, fue objeto de recensiones favorables por parte de diversos periódicos nacionales e internacionales. Unos años después, el libro se había olvidado.
Investigaciones científicas: la timembración del organismo humano
Otro factor decisivo en la evolución del pensamiento social de Rudolf Steiner fueron sus investigaciones fisiológicas, presentadas en 1917 en su escrito ‹En torno a los enigmas del alma›. 6 En él habla por primera vez sobre la relación de las tres facultades anímicas (pensamiento, sentimiento y voluntad) con la fisiología trimembrada del ser humano. El resultado de que el organismo humano esté trimembrado y cada uno de los miembros tenga su propio centro es el modelo para el organismo social; en el que cada uno de sus miembros «sirve al conjunto precisamente por tener su propio centro.» 7 El enfoque de la trimembración social no se inspira en ideas existentes, no ofrece soluciones y reformas sociales sueltas; se orienta únicamente en el estudio cuidadoso de la tri-unidad omnipresente en el universo y el ser humano. Dos años más tarde, en 1919, confirma:
«¿Qué sentido tendría hoy hablar del organismo social trimembrado sin antes haber presentado, como resultado científico real, la base espiritual para la comprensión de la división triple del organismo humano en las facultades neuro-sensoriales, rítmicas y metabólicas?» 8
Los frutos de estas investigaciones maduraron justo en el momento en el que podían servir de alimento para el pensamiento social hambriento de impulsos nuevos, y fueron recogidos por el movimiento de la trimembración como principios irrenunciables y dignos de ser defendidos para la salud del organismo social.
Las iniciativas de Rudolf Steiner durante la Primera Guerra Mundial
Ya en 1914 Rudolf Steiner, como intérprete de hechos sociales e históricos de su tiempo, había alertado sobre el inminente desastre social:
«Si el organismo social sigue desarrollándose como lo ha hecho hasta ahora, se producirán daños culturales para este organismo, igual que los carcinomas en el organismo humano natural.» 9
La causa interior de la Primera Guerra Mundial fue producto de un viejo concepto del estado unitario que persigue intereses económicos propios y controla la vida espiritual cultural según sus necesidades. Esto, entre otras cosas, implica la falta de una vida espiritual autónoma que podría haber aportado a la sociedad unas ideas diferentes a las del poder y la autoridad estatales.
Durante los años de guerra, aparte de seguir desarrollando el pensamiento social antroposófico, Rudolf Steiner hizo varios intentos personales de convencer a representantes de la política alemana de que aún era posible cambiar el pensamiento social:
«En el año 1917 me entrevisté en círculos pequeños con un cierto número de personalidades para conversar sobre la trimembración del organismo social. Mi intención era la de lograr que las personas con ideas políticas opusieran a la política de Wilson una política bien diferente.» 10
«La manera de pensar de los dirigentes, que arrastró al Imperio Alemán a la guerra, siguió influyendo fatalmente, convirtiéndose en sentimiento popular, de modo que durante los años de guerra tampoco pudo desarrollarse una comprensión de las necesidades sociales. No obstante, confiando en que las experiencias amargas pudiesen suscitar la debida sensibilidad, el autor de este libro trató de poner en conocimiento de las personalidades competentes de Alemania y Austria, en el momento que le pareció oportuno 11, las ideas acerca del sano organismo social y sus deducciones para la actitud política hacia el exterior. Hubo, efectivamente, personalidades que, con sinceros sentimientos respecto al destino del pueblo alemán, colaboraron en las tentativas correspondientes. Sin embargo, todo el esfuerzo resultó infructuoso, puesto que el hábito de pensar se resistió a estos impulsos, que para el pensar exclusivamente militar parecían irrealizables.» 12
Entre las iniciativas a las que hace alusión Rudolf Steiner, se encuentran las siguientes:
- Conversaciones con el ministro de asuntos exteriores, Richard von Kühlmann, sobre un posible tratado de paz entre las potencias centrales y Rusia;
- Conversaciones con el posterior canciller estatal, el príncipe Max von Baden, sobre la necesidad de una «psicología de los pueblos» como base para unos convenios que deberían regir en los futuros tiempos de paz;
- Varios encuentros con el conde Otto von Lerchenfeld, sobrino del diputado gubernamental Hugo Lerchenfeld, para exponer las ideas básicas de la trimembración social;
- Contactos con personalidades políticas cercanas al emperador austriaco Carlos I. El emperador pidió un «memorando» 13 del sistema trimembrado, pero cuando finalmente éste le fue entregado en febrero del año 1918, la monarquía austriaca ya había dejado de existir.
Conclusión
El ejemplo de Rudolf Steiner y sus iniciativas personales como pensador y luchador social siguieron siendo un modelo decisivo para la labor del movimiento social antroposófico de los años siguientes, pero también son modélicos para la acción cívica de nuestro tiempo, en el sentido de fundamentar las acciones en un trabajo serio de comprensión de las leyes sociales, de no guardar los resultados de la ciencia espiritual para círculos esotéricos, de hacerlos fructuosos para la sociedad y darlos a conocer, y de aprovechar las posibilidades para el diálogo con los responsables políticos posiblemente dispuestos a cambiar de pensamiento e ideología.
El movimiento de trimembración social en la época de la posguerra
En el año 1919, Carl Unger, miembro del grupo de promotores de la trimembración del organismo social, que más tarde iba a ser pionero del movimiento antroposófico y miembro de la primera junta directiva de la Sociedad Antroposófica, escribió las siguientes líneas:
«Cuando el 9 de noviembre llegó el día de la libertad para las amplias masas populares, en un pequeño círculo de personas familiarizadas con la vida espiritual libre vivía la convicción de que una reconstrucción de los asuntos alemanes sólo sería posible acogiendo las ideas renovadoras que desde hacía mucho tiempo estaban a la espera de ser introducidas en la vida real. Se trata de las ideas del organismo social trimembrado que el doctor Rudolf Steiner ha desarrollado desde hace años en su ciencia espiritual de orientación antroposófica.» 14
La época de posguerra y revolución pudo parecer el momento propicio para impulsar el enfoque de la trimembración social. Después de haber actuado, como se ha descrito arriba, para la trimembración social como autor de los pensamientos fundamentales e intérprete de hechos sociales e históricos, y después de haber intentado acercar sus ideas al mundo político, a finales del año 1918 Rudolf Steiner empieza a prestar su cooperación a un grupo de antropósofos de Stuttgart con ánimo de luchar por la causa de la trimembración social.
«Tuve que estrechar las primeras manos que me tendieron, porque el tiempo apremiaba a cada instante. Tuve que estrechar las primeras manos que me tendieron desde Stuttgart. Allí, dentro de lo posible, hubo que atender la iniciativa de algunos amigos.» 15
Este círculo de antropósofos, con el núcleo de los tres industriales Emil Molt, Carl Unger y Adolf Arenson dispuestos para la iniciativa política, se había conformado en los años de 1905 a 1907. También disponía del poder financiero para organizar las primeras ramas de Alemania y para apoyar las futuras actividades del movimiento para la trimembración. Otras personas activas en el incipiente movimiento de trimembración fueron Hans Kühn, Emil Leinhas, Max Benzinger y Theodor Binder.
El 9 de noviembre, Emil Molt se enteró de los sucesos de la revolución alemana mientras se encontraba en Zúrich. El mismo día, Molt decidió viajar a Dornach para consultar a Rudolf Steiner sobre las posibles y necesarias actividades en este momento histórico. Justo esa tarde, Rudolf Steiner empezó un ciclo de conferencias sobre la cuestión social, en el que pidió a los oyentes que siguieran los sucesos con la máxima atención porque
«Ninguno de nosotros puede saber cuándo, en menor o mayor medida, será llamado a cooperar de una u otra manera, sea aconsejando o actuando.» 16
Con estas palabras, Emil Molt se sintió confirmado en su motivación de emprender varias iniciativas al respecto.
Los primeros intentos
Las primeras actividades del círculo de activistas de Stuttgart fueron espontáneas y poco convencionales. Por ejemplo, Emil Molt ofreció al entonces ministro de trabajo Hugo Lindemann, del partido socialdemócrata, SPD, sus servicios como «experto en cuestiones de economía». El ministro, perplejo y atónito, le asignó una oficina en el Ministerio de Economía.
Desde allí, Molt dio comienzo a sus iniciativas para organizar la autoayuda de las empresas que aceptaran el modelo de la economía asociativa, tal como lo expuso Rudolf Steiner en sus charlas públicas y en sus trabajos escritos entre 1917 y 1919.
A fines de noviembre de 1918, Emil Molt fue llamado por el Ministerio del Trabajo a integrar la Comisión de Socialización, que estaba trabajando en soluciones concretas para convertir los recursos empresariales en propiedad de la sociedad. En general, Molt no perdió ninguna oportunidad para abogar por la «socialización de los medios de producción». Antes de fundar la primera escuela Waldorf, Emil Molt también desarrolló planes para reformar el sistema educativo de la región alemana de Baden-Wurtemberg.
Algunos antropósofos colaboraron en la Junta Política de los Trabajadores Intelectuales, fundada el 10 de noviembre de 1918, entre cuyos integrantes estaban Paul Klee, Rainer Maria Rilke y Heinrich Mann. Este grupo concentró sus esfuerzos en tener una participación en el gobierno y logró que se aceptaran algunas ideas cercanas a la trimembración. Pero a pesar del entusiasmo inicial, no se produjo más que una declaración de intenciones, que no tuvo consecuencias prácticas.
Fruto de este tipo de iniciativas individuales, salieron algunos logros locales y temporales, pero al poco tiempo se vio que era necesario un trabajo coordinado, con carácter de movimiento popular.
El ‹Llamamiento al Pueblo Alemán y al Mundo Cultural›
En vista de que los logros de las primeras actividades espontáneas fueron insuficientes, pero también a raíz de los intentos frustrados de ganar a los representantes de la industria y del gobierno para las ideas de la trimembración social, un grupo de personas pertenecientes al círculo antroposófico de Stuttgart pidió consejo a Rudolf Steiner acerca de las posibilidades de iniciar un movimiento popular de trimembración social. A fines de enero de 1919, llegó a Dornach una delegación, integrada por Emil Molt, Hans Kühn y Roman Boos.
Rudolf Steiner barajó la posibilidad de redactar un «manifiesto del pueblo alemán» 17 como respuesta a los planes de Woodrow Wilson. Comentó que deberían estudiarse también otras medidas, como un llamamiento firmado por personalidades de la vida pública, que podría servir como contrapartida al ‹llamamiento al mundo civilizado› redactado por 93 intelectuales alemanes para justificar las atrocidades de Alemania cometidas al principio de la Primera Guerra Mundial. Cuando Emil Molt insistió sobre la necesidad de contar con la ayuda de Rudolf Steiner, éste se declaró dispuesto a redactar un propio llamamiento, y a los pocos días lo entregó a los tres delegados.
En el ‹Llamamiento al Pueblo Alemán›, partiendo de la tragedia de la guerra, Rudolf Steiner expone la necesidad de abandonar los viejos esquemas de pensamiento social: la identidad del pueblo alemán no podía seguir fundamentada en el despliegue del poder nacional, sino en la respuesta a las exigencias sociales, políticas y espirituales de la humanidad, orientadas hacia una trimembración del organismo social. El llamamiento se publicó también en Austria y en Suiza, para buscar el apoyo de
* los miembros de la Sociedad Antroposófica, con el deseo de que ellos, aparte de los temas espirituales, se ocupasen más de cuestiones y asuntos sociales,
* personalidades de la vida pública y política,
* los miembros de partidos socialistas, como los del USPD.
Los representantes de la iniciativa de la trimembración de Stuttgart recorrieron Alemania, Austria y Suiza para recoger firmas. El 5 de marzo de 1919, el llamamiento se publicó en los diarios más importantes de los tres países, firmado por trescientas treinta personas.
Esta campaña de información acerca de la idea de la trimembración social, repercutió favorablemente en la prensa liberal y socialdemócrata. El éxito de este comienzo de un movimiento popular se patentizó por las 12.000 firmas de una resolución pidiendo que Rudolf Steiner fuera llamado al gobierno regional para introducir el modelo de la trimembración social en la región de Baden-Wurtemberg (con su capital, Stuttgart, sede de la primera escuela Waldorf, en proceso de fundarse). La campaña fracasó por la oposición del gobierno y de representantes de la élite industrial. Por esto fue necesario cambiar de estrategia y continuar el movimiento de la trimembración social desde abajo y en iniciativas independientes.
Los primeros discursos de Rudolf Steiner acerca de la trimembración social
Rudolf Steiner empezó a dar en Suiza varios ciclos de conferencias que atendían al creciente interés por la cuestión social 18, y desde abril a junio de 1919, dio alrededor de cuarenta conferencias en Alemania, muchas de ellas ante los obreros de diferentes industrias 19. Entre ellas tienen especial importancia tres conferencias dadas entre los días 21 y 23 de abril en el contexto de la segunda ola revolucionaria, de las que las dos últimas desencadenaron acciones muy concretas.
- En la primera conferencia, dada ante los miembros de la Sociedad Antroposófica, Rudolf Steiner les invita a que abandonen la búsqueda del bienestar místico interior y que se ocupen de los grandes problemas de la humanidad, para saber ofrecer soluciones en la vida práctica. Critica con vehemencia la cultura burguesa y el «lujo parasitario» de los teósofos que estudiaban sus asuntos esotéricos en salones calentados con el carbón que los niños, de nueve a trece años de edad, extraían de las minas de Inglaterra.
- En la segunda conferencia, que fue pública y celebrada en presencia de los firmantes del Llamamiento al Pueblo Alemán y al Mundo Cultural, Rudolf Steiner habló acerca de la brecha entre las clases sociales. Independientemente de la clase social a la que se pertenece, «lo más importante es la revolución de los pensamientos, sentimientos y actos volitivos de las personas. Una vez que ésta se lograra, la trimembración se realizaría al cabo de poco tiempo 20». Steiner expone que la dignidad del ser humano no se da por ideologías, ya sean de orientación comunista o conservadora; la trimembración social deja que el ser humano viva con dignidad en todos y cada uno de los tres ámbitos sociales.
Después de esta conferencia, se formó la Unión para la Trimembración del Organismo Social (Bund für Dreigliederung des sozialen Organismus), una plataforma libre para el estudio y la divulgación de la idea de la trimembración. No hubo ambiciones de poder político. Las tareas principales eran: anunciar las conferencias de Rudolf Steiner en los periódicos y enviar invitaciones a la prensa y a personalidades en particular, hacer copias de las conferencias y enviarlas a los grupos de trabajo que se iban formando; a septiembre de 1919, existían más de doscientos de estos grupos en Alemania.
- En la tercera conferencia, para los trabajadores de la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria, Rudolf Steiner expone que para la cuestión social, no hay que partir de las viejas teorías sociales bien conocidas por el proletariado; hay que partir de la situación real del trabajador, que por estar absorto en la vida económica laboral, no tiene acceso a la vida cultural. Desarrollando la necesidad de la trimembración para un organismo social sano y vital, Steiner hace resaltar la importancia de la libertad de la vida espiritual-cultural.
«Ustedes salen de la fábrica, y como mucho pasan por delante de una de las instituciones de formación construidas para una parte de la sociedad. En estos institutos de formación se forman las personas que hasta ahora han sido la clase gobernante y que han estado en la cúpula del gobierno, etc. Les pregunto: ¿Ustedes realmente tienen una idea de lo que pasa en estos institutos? Ustedes no tienen idea.» 21
Es significativo que estas tres conferencias tuvieran en sí una estructura trimembrada:
- Ante la Sociedad Antroposófica, Rudolf Steiner exhorta a que la vida espiritual no sea un asunto intelectual. Debe llegar al corazón y desde allí, a la acción.
- La conferencia pública apela al sentimiento y a la sensación de injusticia ante la situación social actual. Desde este sentimiento deben nacer, tanto el interés de entender la situación social como la voluntad de acción social.
- La tercera conferencia se dirige a la voluntad de los trabajadores, con los que Rudolf Steiner se declara solidario. El objetivo es el de despertar una conciencia que vaya más allá de la agitación marxista, que solo se centra en asuntos económicos, es decir, una conciencia en cuanto a un posible futuro en el que la clase obrera pueda participar en la vida espiritual-cultural.
La reacción de los obreros mostró que Rudolf Steiner había tocado el punto neurálgico de su existencia laboral. Al día siguiente de la conferencia, un grupo de trabajadores pidió que se considerara la posibilidad de crear una escuela, no para ellos («para nosotros, ya es un poco tarde») sino para sus hijos. En el momento en que se expresó, este deseo ya estaba cumplido, pues el director Emil Molt había decidido el día anterior la fundación de una escuela para los hijos de sus trabajadores y había pedido a Rudolf Steiner la tutoría pedagógica. Y este aceptó sin vacilar.
El movimiento de los consejos empresarial y cultural
Después de la fracasada cooperación con representantes del gobierno y de la industria, y con la certeza de que el movimiento de masas para la trimembración social no había avanzado como se esperaba, una de las iniciativas propias de la Unión para la Trimembración Social (Bund für Dreigliederung des sozialen Organismus) fue fomentar el movimiento de los consejos empresarial y cultural.
- Las elecciones de consejos empresariales y una federación de consejos empresariales de la región de Baden-Wurtemberg, fueron la pieza clave para el intento de iniciar los cambios necesarios en la vida económica «desde abajo», organizándola en «asociaciones económicas» como estaba expuesto en Los puntos centrales de la cuestión social.
- El objetivo del consejo cultural fue el de emancipar la vida cultural y escolar del control estatal, para que esta se pudiera autogestionar en libertad.
Con estas iniciativas, el movimiento de trimembración dio el primer paso para transformarse, de una iniciativa de concienciación y sensibilización, en un movimiento de carácter más político. Pero al contrario de la estrategia marxista, no se buscaba conquistar el poder político como requisito para revolucionar las cosas; lo que se intentaba era introducir los elementos de la trimembración en las condiciones existentes, con el objetivo de lograr a largo plazo la autonomía de los tres ámbitos sociales.
El movimiento de consejos de obreros
Quien analice los titulares de los periódicos de entonces, hallará que la trimembración fue un asunto muy debatido y que estuvo presente en todas partes. De hecho, gran parte de los obreros seguidores del USPD también fueron simpatizantes del movimiento de la trimembración. Siguiendo su objetivo de formar consejos de obreros en las industrias, se pudieron inspirar en las «directrices de trabajo para la trimembración» 22 redactadas por Rudolf Steiner. En ellas dijo que el objetivo de la «socialización» de la vida económica solo podía ser la construcción de un orden económico asociativo, con los cambios necesarios en las condiciones de propiedad y salario, insistiendo en que la «socialización» de las empresas no se agotaba con su nacionalización. En conferencias dadas entre el 12 y 31 de mayo de 1919, Rudolf Steiner continuó desarrollando estos principios, insistiendo una y otra vez en una socialización «desde abajo».
«No tiene sentido práctico [...] realizar cualquier tipo de socialización desde arriba. En la actualidad, el único camino es el intercambio de pensamientos y experiencias con los que aspiran a implementar el sistema de consejos. Actualmente, lo que tiene que decir el que viene del mundo del trabajo es mucho más importante que idear leyes y cosas parecidas.» 23
El movimiento de consejos culturales
Para la Unión para la Trimembración Social, el movimiento de consejos obreros, unilateralmente centrado en el campo económico, supuso el reto de iniciar movimientos correspondientes en los campos cultural y político. Pero desde los comienzos de la revolución de noviembre de 1918, pasaron muchos meses hasta que un grupo de miembros de la Unión decidiera promover la fundación de un consejo cultural.
Como si solo hubiera esperado a que se presentara la ocasión, Rudolf Steiner afirmó la importancia de tal consejo, argumentando que la actual lucha por la libertad era parte de un gran proceso histórico, dentro del que había que oponerse al peligro de la esclavización de la vida espiritual, en analogía con otros movimientos sociales anteriores necesarios: el movimiento de la burguesía liberal contra el orden aristocrático luchando por la emancipación del derecho, y la lucha social del proletariado contra el orden burgués por la emancipación del trabajo. Así pues, la institución de un consejo cultural era una tarea candente de gran prioridad 24.
Estas afirmaciones de Rudolf Steiner impulsaron a que en la misma noche se redactara un llamamiento para la fundación de un consejo cultural, en el que se constató que el cambio del sistema mediante la socialización en el campo económico era unilateral y que por eso el orden económico y la constitución de los consejos de obreros se debían complementar con un movimiento para la vida espiritual libre.
Algunos de los puntos centrales del llamamiento fueron las demandas para el sistema educativo:
- Liberación de la docencia de cualquier tipo de control estatal
- Institución de la educación primaria exclusivamente según criterios pedagógico-didácticos.
- Administración de la escuela primaria llevada a cabo por personalidades activas en la autoadministración de la vida cultural.
- Autonomía de las escuelas superiores y universidades.
Los grupos de trabajo de la Unión para la Trimembración Social, tanto nacionales como internacionales, se ocuparon de divulgar el llamamiento a numerosas academias, escuelas superiores e instituciones culturales. Sin embargo, el éxito de este llamamiento fue mínimo comparado con el fuerte impulso de la creación de consejos de obreros, una medida muy popular para el proletariado. El grupo de promoción del consejo cultural no fue lo suficientemente numeroso y poderoso, lo mismo que la junta política de los trabajadores intelectuales anteriormente fundada 25, cuyo entusiasmo del primer momento se había extinguido al cabo de poco tiempo.
El fin del movimiento de trimembración como movimiento político-social
El movimiento de trimembración se encontró desde el principio en el cruce de dos tendencias polares: la voluntad del proletariado de cambiar las condiciones sociales sin tener una base de ideas fructíferas, y los programas y teorías sociales que no respondían a las exigencias reales de la situación social. En el año 1919, Rudolf Steiner resumió la situación con estas palabras:
«Por un lado estaba la práctica, una rutina que despreciaba los pensamientos, y por otro, los pensamientos socialistas, que son teorías sin práctica 26.
En estas condiciones, la difícil tarea del movimiento para la trimembración era: por un lado, dar a la clase proletaria una idea de la vida cultural-espiritual, de la que estaba excluida; y por otro, hacer que la élite política burguesa entendiera que la clase obrera podía tener un papel importante en el modelo asociativo de la vida económica.
Para conseguir este acercamiento entre los lados opuestos, la Unión para la Trimembración Social, a pesar de carecer de pretensiones políticas propias, tuvo que contar con cierta cooperación de los partidos políticos que estaban en el poder. Sin embargo, entre estos, cada uno tuvo su propio motivo para apartarse del movimiento para la trimembración social:
- Las fuerzas políticas conservadoras se opusieron a la trimembración social por su carácter crítico en relación con el estado y el capitalismo. La propuesta de Rudolf Steiner de cambiar la política de poder por una renovación cultural y social integral encontró oídos sordos.
- Los círculos de la izquierda liberal-burguesa estaban abiertos a las ideas de una reforma cultural y social y de una autogestión de las empresas por parte de los consejos de trabajadores. Pero a pesar del éxito inicial del llamamiento de Steiner del marzo de 1919 y del posterior llamamiento al consejo cultural, nunca se llegó a la acción. La idea de la trimembración tuvo que rendirse ante la mentalidad apolítica de la burguesía alemana.
- Para la política de orden y ley del partido socialdemócrata (SPD) que incluso emprendió acciones en contra de las huelgas generales, la cooperación de la Unión para la Trimembración Social con la clase obrera de orientación socialista de izquierda, tenía un carácter anarquista inaceptable.
- La Liga Espartaquista vio en el movimiento de trimembración social una iniciativa de carácter demasiado burgués. El principio de no usar violencia revolucionaria, la disposición a cooperar con las empresas y el objetivo de fundar escuelas empresariales para los trabajadores no fueron compatibles con su ideología.
- Por otro lado, entre los miembros del USPD hubo tanto simpatía por el movimiento de la trimembración como apoyo ideológico para la elección de consejos empresariales. En el programa del USPD, los consejos empresariales tuvieron un papel decisivo dentro del objetivo de la «socialización». Aunque sus objetivos coincidieron en parte con los de la Unión para la Trimembración Social, el USPD no estaba dispuesto a cooperar con un socio que no compartía la posición marxista.
- En general, el movimiento se tuvo que enfrentar a la oposición de prácticamente todos los partidos políticos, pero también de la unión de los industriales de Baden-Wurtemberg y de los sindicatos, a los que la elección de unos «anárquicos consejos de obreros» les pareció contraproducente para sus propios intentos de instituir consejos de obreros bajo la legislación estatal.
La imagen pública de la Sociedad Antroposófica, y los prejuicios y difamaciones en contra de Rudolf Steiner y de la Antroposofía, hicieron lo suyo para desacreditar las capacidades político-sociales del movimiento para la trimembración social. Un comentario del entonces presidente ministerial Wilhelm Blos resulta sintomático: «Yo tenía claro que quien operaba con ciencia oculta, teosofía y antroposofía, con cuerpos astrales y flores de loto, y quien hablaba de imaginaciones interiores, no podía tener la vocación de participar en la creación de los fundamentos de un nuevo estado democrático 27».
Aparte de la dificultad para colocarse en forma correcta en las corrientes de la política social, se sabe que las acciones concertadas e iniciativas realizadas por los conferenciantes e impulsores antroposóficos no tuvieron la eficacia deseada, debido en gran parte a la falta de recursos propios. En el curso de Stuttgart para los impulsores de la trimembración social del año 1921, Rudolf Steiner explicó:
«Es cierto que comenzamos con cierto éxito en al año de 1919 en Stuttgart, y tal vez también en otras partes. Pero las corrientes contrarias salieron de todos los rincones e imposibilitaron que nosotros, con nuestro grupito de amigos, opusiéramos resistencia. Por eso hemos convocado a las fuerzas sólidas que ustedes reúnen para que se pueda volver a producir cierto impulso para nuestra causa de la trimembración del organismo social 28.
Pero pese a todos los esfuerzos y logros puntuales, los «trimembradores» seguían viéndose enfrentados con problemas importantes:
- En los años 1918/1919, el movimiento de la trimembración social aún estaba en sus comienzos. El número de cooperadores fue demasiado bajo, y las ideas del escrito Los puntos centrales de la cuestión social ni siquiera habían llegado al conocimiento de todos ellos, debido a que la publicación se aplazó hasta mayo del año 1919. Los conferenciantes que se comprometían a propagar las ideas fundamentales de la trimembración social no siempre tenían conocimientos económicos y sociológicos suficientes como para representar la trimembración en su fondo y dimensión.
- El círculo de aproximadamente quince cooperadores permanentes, entre ellos un grupo de organizadores y otro de conferenciantes, era muy pequeño comparado con los grupos de agitadores marxistas, que durante años se habían formado en las ideas del marxismo. Estos últimos no reconocieron la importancia del Llamamiento al Pueblo Alemán y al Mundo Cultural, y usaban la Unión para la Trimembración Social como plataforma para sus propios intereses de alcanzar la «socialización» de la economía.
- Gran parte de los conferenciantes aún eran jóvenes y tenían sus primeras experiencias dando discursos públicos. Pero a pesar de sentirse sobrepasados con la tarea, todos se sacrificaron con entusiasmo y entrega a la causa.
- Los miembros de la Sociedad Antroposófica no estaban preparados para la actividad y la dinamización políticas. Muchos de los miembros de entonces tenían más interés en su desarrollo interior que en cuestiones sociales.
En marzo de 1922, Rudolf Steiner manifestó que era tarde para una iniciativa abarcante de trimembración 29. En el mismo año, suspendió las actividades de conferencias sobre la trimembración social. A mediados de 1922, la revista para la trimembración social (Dreigliederung des sozialen Organismus) recibió el nombre de Antroposofía – Revista semanal para la vida espiritual libre (Antroposophie – Wochenschrift für freies Geistesleben). La Unión para la Trimembración del Organismo Social se integró en la Unión para la Vida Espiritual Libre (Bund für freies Geistesleben).
Estos cambios coincidieron con la decisión de Rudolf Steiner de no volver a pisar suelo alemán para actividad alguna.
Durante el mismo año de 1922, «las salas más grandes de las ciudades no bastaron para acoger al público» que acudió a las conferencias de Rudolf Steiner 30. Pero el éxito exterior y visible de las conferencias dadas entre 1919 y 1922 «suscitó la voluntad de destrucción entre los adversarios. En esos tiempos, en los círculos llamados “pangermanos” se actuaba mediante disturbios orquestados, ataques de emboscada, e incluso mediante homicidios, como muestran los casos de Erzberger, Rathenau y muchos otros 31». A raíz de varios disturbios ocasionados en las salas de conferencia por círculos nacionalsocialistas, Rudolf Steiner tomó la decisión de cesar sus actividades de conferenciante en Alemania.
Pero no solo hubo razones externas:
«Fue una prueba para el alma humana, con el fin de comprobar si el espíritu micaélico era lo suficientemente fuerte en un número de personas. La prueba terminó con un resultado negativo. El pensamiento micaélico todavía no es lo suficientemente fuerte para que sea percibido ni siquiera por un grupo pequeño de personas en su fuerza y fortaleza transformadoras para nuestro tiempo.» 32
Conclusión
A lo largo de todo el movimiento para la trimembración social, llaman la atención las distintas formas de acción social y la diversidad de personas y grupos que Rudolf Steiner buscó ganar para la causa de la trimembración social. Tras ser autor reconocido de pensamientos sociales y tras sus intervenciones personales infructuosas para que el enfoque de la trimembración social hallara acogida en el pensamiento político, Rudolf Steiner se dirige a un amplio público, movilizando a las masas que sentían la necesidad de un cambio social.
A principios de 1919 su ‹Llamamiento al Pueblo Alemán y al Mundo Cultural› se dirige sobre todo al público burgués. En el mismo año desarrolla una estrategia de apoyo para los obreros en el movimiento de los consejos empresariales, y más tarde cambia de rumbo para centrar sus fuerzas en la fundación de instituciones modelo, como la primera escuela Waldorf y el ‹Kommende Tag› 33.
Este modo de actuación es un vivo ejemplo de lo que Rudolf Steiner quería infundir en los corazones de los compañeros y conferenciantes que se ponían al servicio del movimiento de la trimembración social: el principio de buscar como punto de partida, no ideologías e ideas abstractas, sino las circunstancias concretas, condiciones actuales, aprovechando las posibilidades del momento y respondiendo a las necesidades inmediatas para pasar desde ahí a la acción.
De entre las actividades de Rudolf Steiner, sus colaboradores y la Unión para la Trimembración del Organismo Social, lo que hoy quizá más nos enseña e impresiona es la disposición incondicional a aprovechar cualquier oportunidad para llegar a la acción y emprender iniciativas que otros hubieran considerado inútiles y causas perdidas desde el principio.
Considerando las exigencias extremas que el crucial momento histórico impuso a un pequeño grupo de impulsores antroposóficos que se enfrentaron a diversos tipos de adversarios y contaron con pocos recursos, más que los intentos fracasados, nos sorprenden los éxitos temporalmente logrados y el empeño de mantener vivo el impulso social a pesar de los numerosos inconvenientes. Por criticables que resulten algunos intentos de entonces, la iniciativa y entrega de los pioneros de la trimembración social no dejan de ser ilustrativas para la acción cívica y las iniciativas de la sociedad civil de hoy.
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Este texto es un extracto de la parte introductoria del libro Antroposofía, trimembración social y arte discursivo, 2017, Editorial El Liceo,
https://editorialelliceo.com/portfolio-items/antroposofia-trimembracion-social-y-arte-discursivo/
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Véase también los artículos siguientes en esta página web:
- El Segundo Memorando de Rudolf Steiner
- Hacia la primera Escuela Waldorf, primera a cuarta parte,sobre las iniciativas para un primer impulso para una vida cultural-espiritual libre en el espíritu de la trimembración social.
- La apuesta por una economía asociativa, sobre los intentos de crear una asociación de empresas en el sentido de una economía fraternal de acuerdo con la trimembración del organismo social.
- 100 aniversario del Curso de Economía y del Congreso Este Oeste, sobre el Curso de Economía como última gran iniciativa de «los tiempos de la trimembración social», con el impulso para un nuevo pensamiento económico futuro.
1 Véase el ciclo ‹Espíritu y materia, vida y muerte›, cuarta conferencia, GA 66.
2 Tratamiento científico-espiritual de las cuestiones social y pedagógica, décimo cuarta conferencia, GA 192.
3 Rudolf Steiner, Libertad y comunidad, en ‹Recopilación de ensayos sobre historia de la cultura y de la época. 1887-1901›, GA 31.
4 Rudolf Steiner, El sistema educativo alemán, en ‹Recopilación de ensayos sobre historia de la cultura y de la época. 1887-1901›, GA 31.
5 Rudolf Steiner, Ciencia espiritual y cuestión social, en ‹Ensayos básicos sobre antroposofía, 1903-1908›, GA 34.
6 El escrito ‹En torno a los enigmas del alma› (Von Seelenrätseln, GA 21) se publicó en noviembre de 1917. El 15 de marzo de 1917, Rudolf Steiner habló por primera vez en público sobre la trimembración fisiológica del ser humano (Espíritu y materia, vida y muerte, cuarta y quinta conferencias, GA 66)
7 Tratamiento científico-espiritual de las cuestiones social y pedagógica, GA 192
8 Rudolf Steiner,Tratamiento científico-espiritual de las cuestiones social y pedagógica. Stuttgart, 1919, séptima conferencia, GA 192
9 Tratamiento científico-espiritual de las cuestiones social y pedagógica, primera conferencia, GA 192.
10 Rudolf Steiner, Artículos sobre la trimembración del organismo social y la situación de la época entre 1915 y 1921, septiembre 1920, GA 24.
11 A finales del año 1917.
12 Rudolf Steiner, Los puntos centrales de la cuestión social, capítulo IV, Las relaciones internacionales de los organismos sociales, GA 23.
13 El texto de este memorando está recogido en: Artículos sobre la trimembración del organismo social y la situación de la época entre 1915 y 1921, GA 24.
14 Carl Unger en la revista ‹Dreigliederung des Organismus› (Trimembración del Organismo), 1 de julio 1919.
15 Rudolf Steiner, Discurso en la asamblea general de la rama de Berlín, 17 de septiembre de 1920,
GA 199.
16 Rudolf Steiner, Bases histórico-evolutivas para la formación de un juicio social, primera conferencia, Dornach, 9 de noviembre 1918, GA 185a.
17 Emil Molt, Enwurf meiner Lebensbeschreibung (Esbozo de mi Biografía), Stuttgart, 1972.
18 «Bases histórico-evolutivas para la formación de un juicio social». Dornach, 1918, GA 185a;
La exigencia social fundamental de nuestra época, Dornach, Berna, 1918-1919, GA 186; La cuestión social como cuestión de conciencia. Los trasfondos espirituales de la cuestión social. Dornach, 1919, GA 189; Impulsos del pasado y del futuro en el acontecer social. Dornach, 1919, La cuestión social como cuestión anímica, Dornach, 1919, GA 190; Comprensión social a partir del conocimiento de la ciencia espiritual, GA 191; Tratamiento científico-espiritual de las cuestiones social y pedagógica. Stuttgart, 1919, GA 192; La cuestión social, Zúrich, 3 de febrero al 8 de marzo 1919, GA 328;
La liberación de la entidad humana como base de la nueva formación de la Sociedad, Basilea, Berna, Winterthur, 11 de marzo al 10 de noviembre de 1919; GA 329.Véanse también los ciclos recogidos en GA 189-199.
19 Algunas de estas conferencias están reunidas en ‹Nueva configuración del organismo social.
14 conferencias públicas y ante los trabajadores de los talleres Daimler-Benz, de la fábrica de cigarrillos Waldorf-Astoria y otras industrias›, Stuttgart, 22 abril al 30 julio 1919, GA 330. Véanse también los ciclos recogidos en GA 331-339.
20 Nueva configuración del organismo social, 14 conferencias públicas y ante los trabajadores de los talleres Daimler-Benz, de la fábrica de cigarrillos Waldorf-Astoria y otras industrias, Stuttgart, 22 abril 1919, GA 330.
21 Nueva configuración del organismo social, Stuttgart, 23 abril 1919, GA 330.
22 Título alemán: ‹Leitsätze für die Dreigliederungsarbeit›, GA 24.
23 Ibídem.
24 Protocolo inédito de una charla organizada por la Unión para la Trimembración, el 30 de mayo de 1919, Rudolf Steiner-Nachlassverwaltung.
25 Véase el capítulo ‹El movimiento antroposófico de trimembración en época de posguerra, Los primeros intentos›.
26 Artículos sobre la trimembración del organismo social y la situación de la época entre 1915 y 1921, GA 24.
27 Emil Molt, Entwurf meiner Lebensbeschreibung (Esbozo de mi autobiografía), Stuttgart, 1972.
28 GA 338, novena conferencia.
29 ‹Blätter für Anthroposophie›, tomo XIV, página 199 y ss.
30 El Congreso de Navidad para la fundación de la Sociedad Antroposófica General 1923/1924, prefacio de Marie Steiner, GA 260.
31 Ibídem.
32 El ciclo anual como proceso respiratorio de la Tierra y las cuatro grandes festividades. Dornach 2 de abril, GA 223.
33 Las empresas ‹Futurum› S.A. y ‹Der Kommende Tag› S.A. fueron fundadas en 1920 en los tiempos de trimembración como sociedades de acciones «para el fomento de valores económicos y espirituales», destinando parte de sus ganancia a instituciones de la vida espiritual.