Ucrania. Polaridad, polarización y fuerza central

03.08.2022

 

La guerra en Ucrania, tierra fronteriza entre Asia y Europa, divide a Este y Oeste como en los antiguos tiempos de la «guerra fría». Ha desaparecido de las mentes la división por ideologías enfrentadas, entre comunismo y capitalismo; siguiendo los grandes medios occidentales, ahora el mundo se divide claramente en buenos y malos.

En el Congreso Este-Oeste celebrado hace 100 años en Viena, Rudolf Steiner ofreció desde la Antroposofía nuevas perspectivas para entender la polaridad entre el Este y Oeste, y para superar las tendencias de polarización mediante un tercer elemento central y equilibrador: la  cultura y el espíritu de la Europa central

 

Escalada de hostilidad mutua

En los meses posteriores al comienzo de la guerra en Ucrania, la escalada de reacciones y paquetes de sanciones mutuas entre EE.UU. y Rusia ha continuado diariamente.  Se han precipitado los debates políticos  y desarrollos en una sola dirección, marcados por un concepto de «Occidente» normalizado, en el que la Europa Central y Alemania son inexistentes.

En la conferencia del WEF recién celebrada en Davos bajo exclusión de Rusia, Volodimir Zelenski solicitó a los líderes económicos y políticos más, y más severas, condenas y sanciones contra Rusia, junto con más ayuda financiera y militar, solicitudes a las que el mundo «occidental» ya se había adelantado en los meses anteriores.

Las llamadas al boicot total del comercio con Rusia se dirigen a las naciones «internacionales», de las que han respondido exclusivamente las naciones industriales occidentales.

La ayuda financiera y militar viene exclusivamente del mundo occidental, con un compromiso de EEUU que supera con creces el esfuerzo europeo.

En febrero de 2022, el canciller alemán, Olaf Scholz, se comprometió a un paquete armamentista  extraordinario de 100.000 millones de euros. En respuesta a la recién planificada expansión de la OTAN con la inclusión de Finlandia y Suecia, el ministro ruso de Defensa Serguei Shoigú anunció el 22 de mayo de 2022 que Rusia creará nuevas bases militares en su frontera oeste.

La política de las naciones “civilizadas y cristianas” occidentales ha condenado al unísono la agresión militar a Ucrania; por otro lado nunca ha condenado la guerra ilegal a Irak en 2003, basada en mentiras y manipulaciones de la opinión pública.

La Unión Europea está acelerando el proceso de adhesión de Ucrania, antigua república soviética a la UE. El pasado abril, Volodimir Zelenski confirmó que  El pueblo de Ucrania está unido para sentirse parte de Europa. (1). 

 

La lucha por el centro

Una cuestión clave de la crisis de Ucrania es la actitud y autoridad de la Europa Central y su relación con la «causa anglosajona»; una cuestión cuya importancia también fue ampliamente destacada por Rudolf Steiner en los tiempos de guerra y posguerra que él vivía.  Todo tipo de alianza entre Alemania y Rusia significa una espina en la estrategia geopolítica de EEUU, pero también para las fuerzas ocultas del mundo anglosajón mencionadas por Rudolf Steiner, conocedoras del significado de la evolución humana y de la misión que tienen en ella las almas de los pueblos inglés, ruso y alemán.

Una parte de la evolución de la humanidad en la providencia del mundo espiritual es que en la actual quinta época cultural, la del alma consciente, representada por el alma del pueblo inglés, sea lograda la libertad en la vida cultural-espiritual. En la sexta época cultural, sería tarea del alma del pueblo ruso realizar, mediante la capacidad de la inspiración, la igualdad en la vida del derecho. (2)

Cuando estas metas de la evolución de la humanidad son interferidas con otros objetivos particulares terrenales, se tienen que producir crisis y guerras cuyo verdadero trasfondo espiritual apenas llega a la conciencia ordinaria. Para las sociedades anglosajonas mencionadas por Rudolf Steiner, todo dependerá de las condiciones en las que el pueblo ruso reciba los frutos evolutivos de la quinta época cultural y de la medida en la que los resultados de esta época sigan teniendo y manteniendo el carácter propio y el espíritu hegemónico anglosajón. Rudolf Steiner describe que el primer objetivo de las órdenes británicas es el de

«Infundir en el ser moldeable y receptivo de la Europa oriental lo que hace surgir un matrimonio entre las culturas anglosajona y rusa. Los impulsos inherentes a la evolución de la humanidad hablan de un matrimonio entre las almas del pueblo alemana y rusa; sin embargo la voluntad egoísta del ocultismo anglosajón habla de que, en la evolución anímica oculta, el alma del pueblo ruso tiene que entretejerse con el espíritu anglosajón. …

Al discutir la evolución de la humanidad, se ha llamado a menudo la atención sobre el hecho de que la quinta época cultural post-atlante en la que vivimos tiene la tarea de desarrollar el alma consciente a partir de las disposiciones generales del alma humana, y cómo el Yo espiritual tendrá que nacer en la sexta época cultural post-atlante. Y se ha llamado la atención sobre cómo tendrán que actuar y cooperar ciertas cualidades, que se encuentran aún latentes y dormidas en el alma de la Europa del Este, en el pueblo ruso, para que la sexta época cultural postatlante se haga realidad en la forma debida. … En el contexto de las órdenes occidentales, sobre todo en ciertas órdenes de alto grado, hay un conocimiento de tradición histórica, interiorizada por todos los miembros, un tipo de conocimiento de la situación mundial europea, que realmente tiene su principal secreto en el hecho que acabamos de describir: que por un lado, con cierta predisposición de su sangre, el Este de Europa está destinado a acoger y recibir, mientras que lo que colinda con el Este de Europa hacia el lado occidental, está destinado a desarrollar algo que debe ser acogido por el Este.  … Toda vida espiritual de la Europa Central debe ser oprimida como algo que no debe permitirse que fluya hacia el futuro de la humanidad.» (3)

 

Advertencias tempranas

Cinco años antes del Congreso Este Oeste, Rudolf Steiner advirtió a los líderes centroeuropeos sobre la gravedad de las primeras señales ocultas de la política estadounidense para el orden europeo, apenas percibidas por nadie de sus contemporáneos.

El plan de los 14 puntos de Woodrow Wilson para un acuerdo de paz en Europa, lo comentó en su intención de

«usar los instintos de los pueblos de Europa Central y Oriental para llevarlos, mediante un chantaje político-moral, a la dependencia económica del anglo-americanismo.» (4)

Con los «instintos de los pueblos de Europa Central», y del alemán, Rudolf Steiner se refiere a la misión cultural del pueblo alemán con el impulso de la libertad en toda la vida espiritual; una libertad de la que se habla en el programa de Wilson de una manera retórica persuasiva, pero que distorsiona el concepto centro-europeo de la libertad hacia otra dirección.

«En ninguna parte del mundo occidental existe el concepto de la libertad tal como es realmente necesaria para la Europa Central. Se habla de la libertad de las naciones pero no se refiere a la libertad real del ser humano, sino a una quimérica libertad colectiva de la convivencia humana, tal como se han desarrollado en los estados de Europa Occidental y en América. … Esta libertad colectiva … nunca jamás debe ser objeto de un acuerdo internacional tal, como base para un acuerdo de paz.» (5)

En la cita anterior, con los «instintos de los pueblos de la Europa Oriental», y del pueblo ruso, Rudolf Steiner se refiere al profundo sentido del mundo ruso/oriental por la unión, la comunidad familiar, la ayuda mutua y las formas de cooperativismo. En el programa de Wilson, el punto de establecer una Sociedad de las Naciones fue dirigido a este instinto del alma oriental. Sin embargo, también en este punto Rudolf Steiner alertó sobre la naturaleza tentadora de esta propuesta:

«Una Sociedad de las Naciones con sus fundamentos en la realidad de la vida no habrá que “constituirla" por meros conceptos jurídicos.» (6) 

Una Sociedad de las Naciones nacerá naturalmente entre los pueblos que mantengan libres relaciones con otros en el sentido de la trimembración social, es decir relaciones libres económicas y culturales entre los pueblos que mantengan internamente autónomos los tres ámbitos sociales.

 

El Yo de Europa entre las fuerzas de Este y Oeste

En el contexto de las mencionadas advertencias de 1917, Rudolf Steiner habla de la necesidad de que Alemania supere su actitud sumisa en el concierto de intereses nacionales:

«Con la derrota militar también sobrevino una capitulación espiritual. En aquel momento, en vez de elevarse y de hacer valer los impulsos espirituales europeos y los del pueblo alemán, se produjo la sumisión, —de una Alemania que no dijo nada por su parte— a los catorce puntos de Woodrow Wilson. …  Frente a lo proclamado desde América en enunciados políticos al mundo, era necesario contraponer desde Europa  una misión específica de las fuerzas vitales de la propia Europa.»

Los puntos esenciales de la cuestión social, IV. Las relaciones internacionales de los organismos sociales. GA 23.

El mismo síntoma de actitud de sumisión a los intereses anglosajones puede observarse en el conflicto actual de Ucrania. Entre otros, Alemania ha asumido el sacrificio de sancionar a Rusia cancelando contratos de gas, no sin presión de EEUU, ha descubierto que hay dependencias comerciales con Rusia, y prefiere hacer contratos con EEUU para depender de su gas, más caro.

En los nuevos grandes programas para el mundo y la humanidad, la Alemania actual flota en el mainstream de la Agenda 2030, sin llamar a la vida al pensamiento de su patrimonio espiritual, con las cuestiones centrales del derecho y de la libertad y dignidad humanas. Frente a la nueva preocupación de dependencias económicas, el gran ideal de la fraternidad amenaza con ser borrado de la conciencia social, como si la fraternidad en la economía no significase reconocer las dependencias mutuas.

Por otro lado, después de decenios de política de desarme y de acercamiento a Rusia,  Alemania vuelve al «pensamiento militar» y «práctico», incapaz de reconocer las «necesidades histórico-universales» (7), un pensamiento denunciado por Rudolf Steiner como una causa de la Primera Guerra Mundial.

De ahí la pregunta de Rudolf Steiner de si el pensamiento social podía permitirse seguir con la misma actitud de la política centroeuropea antes de la guerra, y si después de la guerra podía permitirse desechar las ideas de la trimembración social como exigencia de los tiempos, como hicieron los políticos centroeuropeos a los que se dirigió entonces.

«Frente a esta cuestión, no debería haber oposición política ni neutralidad. Únicamente debería haber una acción común de toda la humanidad, dispuesta a percibir los indicios del tiempo y a obrar conforme a ellos.» (8)

Promover el impulso de la trimembración social es tarea de la Europa central. Su cualidad de impulso universal significa que tiene el potencial de unir, no dividir, los pueblos.

Por otro lado, el hecho de ser el centro geográfico europeo supone una misión moral natural de establecer un equilibrio cultural espiritual entre los pueblos.  El conocimiento de las almas de los pueblos y su misión en la evolución de la humanidad, un conocimiento que Rudolf Steiner infructuosamente quiso acercar a los líderes centroeuropeos de su tiempo, lleva a la conciencia de no tener que responder a las fuerzas ajenas ni con guerra y oposición ni con parcialidad, sino tan solo con hacer valer la propia fuerza del centro, sin desviarse y distraerse a un lado u otro.

«Y ahí se ve expresado en nuestro grupo [del Representante de la Humanidad] todo el destino de la Tierra. Es tarea de Europa lograr el equilibrio entre Oriente y Occidente. ... A nosotros, en Europa, no nos corresponde ser simplemente los monos de Oriente o los monos de Occidente; lo que nos corresponde es situarnos con total independencia en nuestro propio terreno y reconocer plenamente la justificación de los unos y de los otros.» (9)

 

La acción en la Alta Silesia en 1921

Los múltiples aspectos de la polarización Este-Oeste (ya sean geográficos, histórico-evolutivos, geopolíticos o relativos a las almas del pueblo europeos) culminaron en 1921 en el referendo sobre la Alta Silesia. La Alta Silesia, que hoy pertenece a Polonia, país vecino de Ucrania, y que en aquel momento constituía otro peón en el tablero geoestratégico, situado entre los intereses del Este y Oeste.

Con ocasión del referéndum, sobre la decisión de si la Alta Silesia debía ser agregada a Polonia o a Alemania, un grupo de la Unión para Trimembración Social intentó aportar nuevos argumentos al debate, abogando por territorios sociales “trimembrados” en una vida económica asociativa, una vida jurídico-estatal democrática y una vida espiritual libre y autogestionada. Un modelo de orden social internacional transfronterizo, más allá del pensamiento de bloques, de Este y Oeste.

La cuestión de si un territorio situado entre Este y Oeste debe pertenecer a un lado u otro, se repite 100 años después en el conflicto actual de Ucrania, en 2022. Tomar la decisión hacia un lado u otro significa caer en una trampa. Las decisiones y relaciones solo se podrán desarrollar libremente partiendo de los tres ámbitos sociales autónomos.

«En pacífica convivencia, las dos culturas, la alemana y la polaca, podrán evolucionar desplegando sus fuerzas vitales, sin tener que temer ningún tipo de intervención violenta de la una a la otra, y sin que el Estado político tome partido por éste u otro lado.»

En este sentido, Rudolf Steiner resaltó que la ‹Sociedad de las Naciones› no tiene que ser decretada e instituida. Debe ser el resultado de una vida cultural-espiritual libre y una economía no-estatal, que se relacionen libremente con otros países y culturas.

«El saneamiento de las relaciones político-estatales es, desde el interés europeo, otro requisito incondicional, para que la Alta Silesia no se convierta en un foco de conflicto político con el potencial de poner constantemente en cuestión la paz en Europa.» (10)

 

Misión de paz

Las relaciones culturales de un país no deben tener fronteras, ni físicas nacionales, ni de lengua nacional.  Una escuela Waldorf en Ucrania trabaja con la misma misión cultural que una escuela Waldorf en Alemania o Rusia. Una escuela Waldorf en Ucrania no pregunta si en ella debe prevalecer la lengua rusa o la ucraniana.

El pensamiento antroposófico, educado en el pensamiento goetheano y habiendo nacido de este mismo, incapaz de no buscar el tercer miembro mediador entre dos miembros polarmente opuestos, sabe que la trimembración social  no solo es un garante de salud social de una sociedad, sino también una fuerza de paz entre las polaridades de los pueblos y naciones. 

 

Notas:

1 El País, 18 de abril de 2022 | 2 Véase Libertad de pensamiento y fuerzas sociales, primera conferencia, GA 333 | 3 Europa central entre Este y Oeste. Historia cósmica y humana, quinta conferencia, Múnich, 18 de marzo de 1915, GA 174a | 4 El ‹Segundo Memorando›, GA 24 | 5 El ‹Primer Memorando›, GA 24 | 6 Los puntos esenciales de la cuestión social, IV. Las relaciones internacionales de los organismos sociales. GA 23 | 7 Ibídem | 8 Ibídem | 9 Destinos de la humanidad y de los pueblos, duodécima conferencia, GA 157 | 10  GA 24. Versión completa del Llamamiento:  Instituto para la Trimembración Social,  https://www.trimembracion.org -Trimembración – Artículos & Ensayos