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Una contabilidad flexible de la economía mundial
En la decimocuarta conferencia del Curso de economía nacional (Dornach, 6 de agosto de 1922), Rudolf Steiner desarrolla la imagen de un sistema monetario en el que la unidad monetaria se exprese en una determinada cantidad de trigo. Una medida con la que el dinero de compra perdería algo de su naturaleza abstracta y volvería a tener una conexión con la tierra y el trabajo agrícola. Incluso el trabajador espiritual se podrá preguntar cómo se compara su trabajo con el del agricultor que, para su consumo, ha producido una determinada cantidad de trigo.
Al mismo tiempo el dinero circulante representaría lo que Steiner llama una «contabilidad flexible de la economía mundial», que por un lado refleja un estado mundial de producción y consumo; y por otro lado es apto para crear una conciencia individual contemporánea en la que empiece a renovarse la contabilidad del trigo de la antigua cultura egipcia, tarea sagrada y exclusiva de los sacerdotes (véase el artículo de Fionn Meier, ‹El dinero como contabilidad›).
Hoy tanto la tierra como el trigo son objeto de especulación; pero también el trabajo con la tierra es socialmente infravalorado. Una consecuencia de un sistema monetario que reduzca el valor de cada producto al valor equiparable a «trigo» sería la de la necesaria devoción y gratitud hacia el trabajo realizado con la tierra. La unidad monetaria de «trigo» sigue siendo una expresión abstracta del valor que representa, pero este valor tiene que cobrar vida en la conciencia del propietario del billete. El valor expresado en «trigo» indica que todos los seres humanos dependen del mismo alimento básico, es decir, en última instancia, todos los intercambios comerciales en la economía conducen al intercambio de alimentos básicos; en otras palabras, cualquier intercambio de productos o servicios se basa en que haya sido realizado suficiente trabajo en la naturaleza para producir alimentos básicos consumibles.
En este sentido el dinero que se gasta para la compra de una mercancía o un servicio es un instrumento para expresar el trabajo que una persona ha realizado para ser merecedor de usarlo. Cada billete sería un documento que certifica que su usuario ha realizado un trabajo equiparable al valor indicado en el billete; trabajo al mismo tiempo comparable con la producción de un bien común básico como lo es el trigo.
Por último, nos podemos fijar en la expresión de la contabilidad «flexible». Steiner defiende este concepto porque expresa el hecho de que, dentro de una región geográfica, las magnitudes del total de la población y de la superficie agrícola son tan variables (por ejemplo la por la pérdida de suelo por erosión o catástrofes naturales) como lo son el grado de disposición de labrar la tierra y las contribuciones de la vida espiritual para la mejora del rendimiento medio de producción. El método de registrar y dar expresión visible a estas circunstancias para el uso del dinero de compra, es otro factor para la concienciación individual de consumo al que apela la ‹Red Global de la Huella Ecológica›.
«Habrá que buscar algo que dé la posibilidad de justipreciar recíprocamente los distintos valores económicos. […] En general, no es una cosa muy sencilla hacer el cálculo de cómo deben compararse, justipreciarse las distintas producciones. No obstante, tal posibilidad se ofrece si el proceso económico es considerado desde otro punto de vista.
[…] El trabajo del agricultor se relaciona directamente con la naturaleza; el trabajo de una persona del sector de la moda no parte directamente de la naturaleza, no obstante su trabajo se basa también en la naturaleza. […] Después de todo, hasta el trabajo espiritual más complejo, siempre se reducen a la naturaleza o bien al trabajo con los medios de producción.
[…]
Ahora bien, lo que genera un valor mediante la naturaleza, es decir el trabajo realizado hasta un punto lo más reducible posible a la naturaleza, son valores que deben distribuirse en una determinada región económica. […] De esto se concluye que el dinero no puede ser otra cosa que la expresión de la suma de los medios útiles de producción que se encuentran en una determinada región, bajo las cuales por supuesto hay que entender en primera línea la tierra laborable; es decir, los medios útiles de producción que se encuentran en una determinada región se reducen a algo con lo que tienen su expresión más sencilla. Y eso reducirá todo el proceso económico a algo abstracto que al mismo tiempo sigue siendo concreto y valorable.
[…] Todo depende de la relación del total de habitantes con la superficie de suelo de tierra disponible, y todo depende del rendimiento que una determinado cantidad de población puede conseguir con su trabajo en base a la superficie agrícola disponible. […] Se pueden imaginar que el total de la superficie de suelo repartida entre el total de la población, como hecho real, da a cada cosa individual su valor de cambio.
[…] Y en la economía que funciona sobre esta base habrá dinero que representa, por así decirlo, la contabilidad flexible de la economía mundial; y este dinero llevará impreso algo que representa el trigo producible en la superficie de suelo x metros cuadrados. [...] De tal manera, el sistema monetario es la expresión de los medios de producción utilizables, vinculados al trabajo físico. La única moneda sana es la que representa la suma de los medios de producción utilizables.»
Rudolf Steiner acerca de la imagen de la contabilidad flexible de la economía mundial, ‹Curso de economía nacional›