Dignidad, valor y amor humanos

La trimembración social pregunta por las condiciones en las que el ser humano tiene su sitio, tarea y reconocimiento dentro de la sociedad. Si el ser humano se entiende como ser anímico-espiritual, surge la pregunta de cómo desearía que fuese reconocido más allá de lo necesario que espera de su entorno social, es decir más allá de las necesidades físicas. Con esta pregunta llega directamente a cuestiones como la de la dignidad humana, del valor del ser humano (o el valor de la vida humana), y posiblemente del amor que desea que reine en una comunidad de personas.

La antroposofía quiere ofrecer un entendimiento de estos ideales humanos y enseñar lo justificado de tomarlos como elementos espirituales reales de la vida y de lo social.


“La ciencia antroposófica, con todas las consecuencias para la ciencia social antroposófica, es incapaz de separar los campos de la ciencia natural y la ciencia espiritual.  En ningún lado intentará sostener que el espíritu es el resultado de una evolución, enigmática, de la materia; por otro lado, no solo predica los valores, como los de dignidad, amor y libertad humanas, sino que pretende restablecer el autoentendimiento del ser humano como ser espiritual enseñando su origen y destino espirituales.”

Rudolf Steiner, 23 de febrero de 1921, GA 80c

“Cuando el ser humano se conoce a sí mismo en su condición individual-cósmica, entonces también se encontrará con sus congéneres con el mismo aprecio al ser humano – con la sensación que surge con necesidad desde la conciencia de que: con cada ser humano te enfrentas a un ser anímico-espiritual. Toda nuestra vida estatal-política tendría un fundamento bien distinto si hubiese conciencia clara de que tan solo tiene sentido por su función de ser vestimento externo para algo que viene de un mundo espiritual que se ha unido a la tierra, conciencia clara de que el alma tiene este lado espiritual reconocido. “

Rudolf Steiner, 21 de febrero de 1921, GA 80c