Índice
Fraternidad en la economía
Fraternidad (Hermandad) y lucha por la existencia
Fraternidad y libertad
La economía fraternal como complemento de la vida cultural libre
Cómo entender el ideal social de la fraternidad hoy. Las comunidades económicas asociativas
Fraternidad
La realidad de la economía ya es fraternal. No podemos consumir ningún producto que no hay sido producido y distribuido por el trabajo conjunto de muchísimas personas en todo el mundo. Esto nos lleva a la conciencia de que no trabajamos para nosotros sino para los demás en un sentido fraternal, solidario.
Sin embargo este tipo de cooperación económico-comercial solo es el primer indicio de de una economía solidaria fraternal consciente. Uno de los retos del alma consciente es el de desarrollar una conciencia del mundo como gran organismo económico-social, y ser parte de una comunidad económica local con un máximo posible de conciencia en sus procesos de producción, distribución y consumo de bienes.
Fraternidad en la economía
“En la relación espiritual aceptamos algo porque queremos.
En la relación jurídica reclamamos algo porque tenemos el derecho de reclamarlo, si queremos preservarnos una vida digna en igualdad de condiciones entre todos.
Y en la vida económica se desarrolla lo que une los sentimientos de una persona con los sentimientos de otra: la fraternidad. Los impulsos de la vida fraterna que surgen cuando establecemos una determinada relación entre lo que poseemos y lo que posee el otro; entre lo que necesitamos y lo que necesita el otro, entre lo que tenemos y lo que tiene el otro; y así sucesivamente. “
Rudolf Steiner, El aspecto interno del enigma social, tercera conferencia, GA 193
Fraternidad (Hermandad) y lucha por la existencia
“Nos corresponde hoy hablar de dos contenidos del alma, por un lado un gran ideal que ha impregnado a la humanidad desde que ha desarrollado la facultad del sentimiento: la fraternidad; y por otro lado algo que encontramos a cada paso en la vida: la lucha por la existencia. ... El credo de muchos economistas y sociólogos contemporáneos es la teoría de que el ser humano es útil para sus semejantes en la medida en que saca el mayor provecho económico posible de la vida; una teoría que se justifica por la idea de que el económicamente fuerte también será de beneficio para el resto de la comunidad. ... La cosmovisión científico espiritual no deja de reconocer la necesidad de la lucha por la existencia, especialmente en nuestros tiempos, pero al mismo tiempo sostiene que hoy, cuando la lucha por la existencia está haciendo olas enormes, el principio de la fraternidad debe ser asumido y asimilado de nuevo en su significado esencial.
Rudolf Steiner, Hermandad y lucha por la existencia, Berlín, 23 de noviembre de 1905
Lo que afirmó Rudolf Steiner hace más de 100 años, es de alta relevancia y actualidad en nuestros tiempos del globalismo y neoliberalismo económico. El darwinismo económico sostiene que el más fuerte y más agresivo el mejor dotado económicamente saldrá victorioso en la economía competitiva, mientras las demás quedan fuera del juego de los más aptos, como en la selección natural de la teoría de Darwin. La teoría de la mano invisible del mercado de Adam Smith concibe la economía de mercado como medio con el que el bienestar social aumenta en la medida en la que el empresario busque el propio interés.
Véase también en este glosario:
== Fraternidad versus competitividad
== Ley social fundamental
Fraternidad y libertad
En un artículo del año 1898, Rudolf Steiner expandió su Filosofía de la Libertad hacia el campo social y formuló la ley sociológica fundamental:
“En los estados culturales primigenios, la humanidad tiene el anhelo de conformar conjuntos sociales. El interés del individuo se sacrifica en favor del interés del conjunto. La evolución futura lleva a que el individuo se libera del interés de los conjuntos sociales y conduce al libre desarrollo de las necesidades y capacidades del individuo.”
Libertad y comunidad, en ‹Recopilación de ensayos sobre historia de la cultura y de la época. 1887-1901›, GA 31.
Con estas palabras, Rudolf Steiner defiende el individualismo ético y la orientación de las actividades del Estado a las necesidades del individuo.
Años más tarde, Rudolf Steiner formuló el «principio social». Contrario a la ley sociológica fundamental que reivindica los derechos del individuo ante la comunidad, este principio social establece las condiciones para la integración del individuo en un contexto económico y social.
“El bienestar de toda comunidad de personas que en ella trabajan será tanto mayor en cuanto cada uno no requiera para sí mismo el producto de su trabajo. Es decir, cuanto más de este producto ceda a sus semejantes y cuanto más se satisfagan sus propias necesidades no de su propio trabajo, sino del de los demás.”
Ciencia espiritual y cuestión social, en ‹Ensayos básicos sobre antroposofía, 1903-1908›, GA 34.
Estos pensamientos llevan al terreno del altruismo y la superación del egoísmo como elemento importante de la cuestión social.
Por un lado, los impulsos de libertad e individualidad exigen la moderación de la autoridad estatal; por otro, el ideal de la fraternidad exige una superación del egoísmo. Éstas son las ideas germinales que Rudolf Steiner dio al pensamiento social antroposófico que, consciente del campo de tensión entre los dos ideales sociales, conduce a la pregunta de cómo organizar el todo social. Sus investigaciones dentro de la ciencia espiritual, llevaron a Rudolf Steiner a la visión de la organización trimembrada de una comunidad, donde los dos ideales de libertad y fraternidad se complementan con el tercero, intermedio, el de la igualdad.
Fuente: Antroposofía, trimembración social y arte discursivo, publicado en 2016 por la editorial El Liceo. Edición, traducción e introducción: Michael Kranawetvogl. Fuente original en alemán: Albert Schmelzer, Die Dreigliederungsbewegung (El Movimiento de Trimembración) 1919, editorial Verlag Hardenberg en la editorial Verlag Freies Geistesleben, Stuttgart, 1991.
Véase también en este glosario:
== Individualidad y comunidad
== Ideales sociales
Naturaleza subhumana del ser humano y actitud fraternal en la economía
La economía es el ámbito en el que el ser humano busca satisfacer sus necesidades, que, aunque también pueden tener carácter espiritual, en principio son en gran parte necesidades físicas. Por eso es justificado decir que en la economía vivimos con nuestra naturaleza “inferior”. Es esta condición, que por ejemplo nos enfrenta a cuestiones del consumo, que puede tener la tendencia egoísta de ser excesivo y siguiendo los instintos y apetitos más bajos, que nos obliga a darnos cuenta del lado opuesto: la actitud fraternal.
“El hecho de que no seamos animales irracionales se debe únicamente a que, además de la vida económica, tenemos una vida política y una ciencia espiritual, una vida espiritual terrenal. Por tanto, la vida económica nos impulsa más o menos hacia abajo, hacia lo sub-humano. Pero siendo empujados así hacia abajo y hacia lo subhumano, podemos especialmente en este terreno de lo subhumano, desarrollar intereses que son intereses fraternales entre las personas en el verdadero sentido de la palabra. No hay otra área fuera de la vida económica en la que podamos desarrollar con tanta facilidad y naturalidad las relaciones fraternas entre las personas en el más amplio sentido de la palabra.”
Rudolf Steiner, El aspecto interno del enigma social, tercera conferencia, GA 193,
La economía fraternal como complemento de la vida cultural libre
Un aspecto clave de la trimembración social es la actitud que se compromete con la idea de que los beneficios generados por la actividad económica habrán de ser para todos, no para la propiedad privada. “Para todos” no significa repartir la propiedad igualitariamente entre los menos favorecidos; por el contrario, significa que el capital generado debe fluir a la sociedad, en particular al ámbito cultural-espiritual. Este gesto, bien entendido, no es un gesto caritativo. Es el gesto en el que se devuelve al ámbito cultural-espiritual lo que se ha recibido de él. Ninguna empresa puede funcionar y generar ganancias sin servirse del trabajo espiritual resultando realizado a lo largo de la historia humana, incluyendo un sinfín de logros culturales como por ejemplo las fórmulas matemáticas usadas para construir puentes según las leyes de la estática. Toda la infraestructura necesaria para producir productos y distribuir mercancías es resultado del trabajo material, el cual solo se pudo hacer bien gracias al trabajo espiritual anteriormente realizado (Rudolf Steiner, Curso de Economía Política).
El capital generado en una empresa es algo que históricamente se reduce al trabajo espiritual; la consecuencia de este hecho es que el capital debe ser devuelto al ámbito espiritual en un gesto de gratitud y fraternidad (solidaridad). De este modo se genera una circulación sana, parecida a la de la circulación sanguínea en el organismo humano. Esta circulación en principio existe ya en nuestro orden social, pero de forma forzada y unilateralmente dirigida por el Estado, recaudando impuestos, que luego se usan para financiar las instituciones estatales del ámbito cultural-espiritual, es decir, de la educación, ciencia e investigación, los medios públicos de información (pero también para financiar proyectos tecnológicos, guerras, plantas nucleares…).
Con el objetivo de lograr el mencionado tipo de circulación, un grupo de industriales y científicos fundó junto con Rudolf Steiner la sociedad anónima ‹Der Kommende Tag - Sociedad para Promover los Valores Económicos y Espirituales›, una comunidad de empresas que se comprometió con apoyar a las instituciones de la vida cultural-espiritual, en particular a la primera Escuela Waldorf. Un elemento importante dentro del sistema circulatorio fueron las instituciones de investigación, cuyos resultados debían beneficiar a la producción de productos (sobre todo farmacéuticos) y promover la mejora de la calidad de los mismos. Usando este capital, la vida espiritual (educación, formación, investigación científica, etc.) desarrolla y proporciona conocimientos para la mejora del suelo, de las plantas, de las semillas, de los métodos agrícolas...
‹Der Kommende Tag› fue un intento que fracasó debido a los problemas de la débil economía de posguerra y por falta de personas que se atrevieron a andar nuevos caminos. Entre los fundadores de ‹Der Kommende Tag› fueron Emil Molt (co-fundador de la primera escuela Waldorf) y José del Monte (propietario de una fábrica de cartonajes).
Cómo entender el ideal social de la fraternidad hoy. Las comunidades económicas asociativas
Las grandes interdependencias económicas internacionales generadas por la progresiva división del trabajo, e intensificadas por las tendencias de la globalización, nos pueden llevar a una conciencia alta de la compleja situación económica que aborda el planeta. Es una conciencia de que los productos producidos en un taller o lo que se compra en cualquier tienda, depende del trabajo de miles de personas en todo el mundo, que por ejemplo fabrican partes de un coche o refinan y distribuyen un producto natural a otros lugares del mundo. Es una conciencia de la fraternidad que debe haber para que todo este enorme sistema pueda seguir funcionando. Sin embargo, esta conciencia de fraternidad global, Rudolf Steiner lo vio viable solo en comunidades asociativas de empresas, asociaciones de una dimensión lo suficientemente grande como para establecer una cooperación eficaz entre las empresas y lo suficientemente pequeña para no perder de vista las personas activas en la producción, sus ideas, necesidades, capacidades y, para a la vez, mantener una conciencia de las necesidades reales de los consumidores.
En una comunidad económica asociativa, el ideal de la fraternidad puede llegar a practicarse, por ejemplo, cuando una empresa necesita ayuda económica de las demás que en este momento van mejor y pueden ofrecerla. Sin embargo, este no es el típico caso y sería una interpretación simplista de la fraternidad. Para nuestra conciencia moderna, la fraternidad ya no tiene tal carácter caritativo (Rudolf Steiner, La cuestión social y la Ciencia Espiritual), en general, ya no tiene ningún carácter moral; tan solo es necesaria para que las cosas sigan funcionando bien económicamente (Rudolf Steiner, Curso de Macroeconomía).
Un punto clave en la actitud fraternal de una comunidad asociativa es el precio de los productos, un precio justo, correcto y aceptable para todos, entre los productores y consumidores (Rudolf Steiner, La cuestión social y la Ciencia Espiritual y Curso de Macroeconomía).
Para llegar a un acuerdo, todos tienen que tener la misma imagen de la situación económica de la comunidad. Todos aportan los datos de su empresa y de su contabilidad, etc. Lo que no puede saber uno, lo aporta otro; lo que no ve uno, la aclara otro. Es decir, lo que uno no tiene en su pensamiento, lo recibe del otro. Ya no se trata de dar limosnas, sino de una fraternidad en la que el uno aporta lo que el otro no puede pensar o no alcanza a ver en la imagen común a construir entre todos.
Véase también en este glosario:
== Economía asociativa
== Fraternidad versus competitividad
== Ley social fundamental
Autor. Michael Kranawetvogl