Ideales sociales

 

Los tres ideales sociales -- libertad, igualdad, fraternidad

 

Índice

Tres ideales, tres ámbitos sociales

Cuidar las ideales sociales en un sentido práctico e interiorizado

Ideales sociales. Ensayo y error en las instituciones sociales

El valor de la libertad, igualdad y fraternidad de acuerdo a la realidad de la vida

 

 

Tres ideales, tres ámbitos sociales

Con la claridad de la ciencia social espiritual, Rudolf Steiner hace una diferenciación sobre las ideales sociales que antes nadie había formulado, colocando la libertad exclusivamente en el ámbito cultural-espiritual; la igualdad en el ámbito del Estado, del derecho y de la política; y la fraternidad en el ámbito de la economía.

== La producción cultural-espiritual se caracteriza por lo individual, lo nuevo, lo inconfundible. Las invenciones tecnológicas y creaciones artísticas son productos libres, y como tales merecen el mismo aprecio que, por ejemplo, la decisión vocacional de un adolescente, o la elección libre de la terapia por parte de los pacientes.

== El ámbito jurídico-político tiene la única tarea de garantizar el marco legal, o la seguridad jurídica, que protege la libertad individual. En el sentido de la trimembración social, el Estado da igualdad de derecho y oportunidad.. Si la política aplica el principio de la igualdad imponiendo sus normas al ámbito cultural-espiritual, por ejemplo con una educación estandarizada para todos o con la atención sanitaria normalizada que no respeta la libertad del individuo, invade al ámbito cultural-espiritual de una forma saludable para el organismo social.

== La libertad en el sentido de espíritu empresarial es necesaria para el ámbito de la economía. Por otra parte, la experiencia nos enseña los peligros del neoliberalismo y del capitalismo salvaje: con sus consecuencias de explotación, empobrecimiento y destrucción medioambiental. En cambio, el principio de la igualdad en la economía conduce a ideas como la economía centralmente planificada, en la que resulta sospechosa cualquier tipo de iniciativa individual o de propiedad privada. El ideal que puede realizarse de manera sana en la economía, y únicamente en ella, es el de la fraternidad. La condición práctica para ello consiste en la organización de la producción económica en comunidades económicas asociativas. El principio fraternal de tales comunidades no tiene que ver con la caridad sino entre otras cosa con el objetivo de establecer precios adecuados para una vida sostenible y digna.

  • Si la libertad domina en la vida jurídico-política, genera caos e inseguridad jurídica: si predomina en la vida económica, conduce a la explotación de la naturaleza y del ser humano.
  • La igualdad en la vida cultural-espiritual significaría normalización y estandarización de las fuerzas espirituales libres y creadoras. La igualdad realizada en la economía, significaría establecer un sistema burocrático y artificial en el que el Estado controla las fuerzas económicas productivas y las ideas/iniciativas empresariales privadas.
  • La fraternidad practicada en la vida jurídico-política tiene el peligro de amiguismo, abuso de información privilegiada, soborno y corrupción. La fraternidad aplicada al ámbito cultural-espiritual equivaldría a la formación de camarillas de élite.

 

"Estos ideales sólo pueden realizarse en el organismo social trimembrado. En la vida espiritual, colocada en su propio suelo, las capacidades individuales deben desarrollarse como en el suelo de la libertad. En el campo del derecho debe reinar en lo que cada ser humano es igual a otro ser humano, y como igual, cada ciudadano puede regular, por sí mismo o por su representante, su relación con otros seres humanos, incluidas las condiciones del trabajo. Y en el terreno de la vida económica debe reinar esa verdadera solidaridad que sólo puede florecer en las comunidades económicas asociativas."

Rudolf Steiner, Libertad de pensamiento y fuerzas sociales, conferencia del 26 de mayo de 1919

 

Cuidar las ideales sociales en un sentido práctico e interiorizado

Cuidar las ideales sociales en las instituciones físicas significa proporcionarles fuerzas vitales, pero dónde y cómo?
Por ejemplo la fórmula abstracta de “igualdad en el ámbito del derecho” es correcta pero no puede dar una idea demasiado abstracta y simplista, como “ante la ley somos todos iguales”.

Si cada ideal social tiene que ser cuidado en el ámbito social que le corresponde, este ámbito social tiene sus ámbitos meso-sociales, como por ejemplo las instituciones de la vida cultural-espiritual, el entorno laboral/intraempresarial, y en el contexto de comunidades económicas. Ellos son un campo de experiencias reales interpersonales pero también un campo de ejercitación, de ejercitarse en practicar los ideales sociales de manera personal humana. Para complementar estas experiencias y ejercicios, Rudolf Steiner recomienda el ejercicio adicional de conectar de una manera íntima con las cualidades únicas de cada ámbito/ideal social para entender el valor individual que le distingue de los demás, desde la sensación inmediata que cada uno de ellos produce en el alma humana. Dicha conexión solo se puede producir a través de un esfuerzo libre; Rudolf Steiner habla de “ajustar la capacidad perceptiva” del alma (véase Tratamiento científico-espiritual de las cuestiones social y pedagógica, segunda conferencia, GA 192). El objetivo es entender mejor la naturaleza humana y la propia condición humana en relación con los tres ámbitos sociales, en particular la sensación de la “naturaleza superior” del ser humano  cuando está activo en el ámbito cultural-espiritual, y la sensación de la “naturaleza inferior” del ser humano  en su actividades cotidianas en el ámbito económico.

== Conexión y práctica con la libertad
Si tomamos en serio el ideal social de la libertad, sabemos que tiene su sentido y valor en el ámbito cultural-espiritual. En una escuela libre, representante por excelencia de la vida cultural-espiritual libre, el ejercicio consiste en reconocer y valorar la libertad de los maestros en toda su actividad espiritual, su docencia y práctica de la enseñanza. Parte del ejercicio será confiar en las capacidades del maestro, agradecer sus capacidades, tener interés en los principios y métodos de su trabajo, y de tener en el maestro un ejemplo de libertad en el sentido de no tener miedo de practicar una enseñanza suya. Otro aspecto de la libertad es el de cuidar las capacidades individuales propias y apreciar su valor para la comunidad.

Un resultado de esta conexión personal con la vida cultural-espiritual puede ser la sensación interior de entender la labor educativa (pero también el trabajo cultural-espiritual en general) en su cualidad individual, y que una condición para ella es con la necesidad de estudio, interiorización, meditación, es decir la cualidad de la vida cultural-espiritual de producirse en un entorno inicialmente individual, protegido, íntimo y de recogimiento – una cualidad imposible de predominar en los ámbitos jurídico-político y económico.

La sensación de reconocer y poder desarrollar capacidades únicas “innatas” puede también despertar una conciencia de origen y valor de las mismas, y la sensación de la fuerza del espíritu creador indiividual; al contrario de lo que predomina en el ámbito económico con las necesidades físicas que son iguales para todos los seres humanos.

== Conexión y práctica con la igualdad
El ideal social de la igualdad tiene su ámbito de acción y realización en el ámbito jurídico-político, en el que se desarrollan las leyes estatales. El campo de ejercicio son los entornos en los que una comunidad de personas se da las reglas de convivencia y/o cooperación. En el entorno laboral, debe haber transparencia, consenso (o contrato) sobre las condiciones de cooperación entre todas las partes implicadas.

En este contexto, Rudolf Steiner menciona que, aparte de la sensación interior de igualdad y dignidad (no hay privilegios no justificadas de ningún tipo) también se puede ampliar a la igualdad de la apariencia exterior que compartimos los seres humanos. Estas mimas condiciones físicas son condiciones de entendimiento e intercambio, con los mismos órganos de lenguaje y con los mismos oídios, con las mismas posibilidades para hacerse valer y oír en una comunidad de personas, pero también con el mismo potencial de disposición para escuchar. Son condiciones iguales para el intercambio de cuestiones de convivencia en igualdad.

El ejercicio de la igualdad consiste en escuchar al otro antes de llegar a consensos y leyes conjuntamente aprobadas. La conexión íntima con el ámbito de la igualdad humana consiste en sentir la diferencia fundamental con la relación interior con los otros dos ámbitos sociales. La sensación de igualdad se establece en un equilibrio dinámico entre la vivencia individual de la naturaleza espiritual humana que quiere desplegarse en el ámbito cultural-espiritual por un lado, y por otro, la vivencia de la naturaleza humana “inferior”, que tiene que ver con sus condiciones físico-corporales.

== Conexión y práctica con la fraternidad
El ideal social de la fraternidad tiene su campo de vida en la economía, y su campo de ejercitación en las comunidades económicas; Rudolf Steiner señala que las comunidades de economía asociativa facilitan las condiciones ideales para desarrollar una fraternidad consciente. El ejercicio consiste en entender las necesidades del otro y en entender el propio trabajo en un contexto amplio de trabajar por el otro. El aspecto del trabajo conjunto con otro, se complementa con el aspecto del trabajo por las necesidades del otro.

Igual que los miembros del cuerpo humano se mueven sin que tengamos conciencia alguna de cómo los movemos; igual que nuestro metabolismo funciona sin necesidad de contribución activa y consciente en los procesos metabólicos; de la misma manera podemos participar en los procesos económicos sin entender su gran complejidad. En el caso extremos participamos como consumidores que compran los bienes de su necesidad en el supermercado sin saber nada de su origen, de cómo se han producido y modificado, de cómo son las condiciones de las personas implicadas en la producción. En este caso nos encontramos en la parte “inferior” (“animal”) de la naturaleza humana. Y al reconocer esta circunstancia, tenemos, una vez más, la oportunidad de hacer una comparación y diferenciación consciente con la sensación que nos produce la vida que experimentamos en los otros ámbitos sociales.

 

Ideales sociales. Ensayo y error en las instituciones sociales

En la cita siguiente, Rudolf Steiner explica cómo los ideales sociales (ideas principales), necesariamente pasan por un proceso constante de ensayo y error.

“Todas las instituciones humanas se basan en ciertas ideas primarias. Y si la vida humana lleva a que las instituciones se alejen gradualmente de estos pensamientos primarios, entonces estos se retiran en el interior del ser humano y se convierten en sensaciones e instintos, que luego se expresan de una manera que no revelan inmediatamente a la vista los pensamientos primarios subyacentes. Lo que aparece hoy en día como reivindicaciones sociales es la reacción frente a las condiciones humanas actuales, una reacción que tiene su origen en los pensamientos primarios. ... Porque todo lo que reivindica el proletariado no son más que sensaciones enmascaradas, enraizadas en los pensamientos primarios. Y a tales pensamientos primarios pertenece la separación de la vida espiritual, la vida político-estatal y la vida económica. A esto es a lo que en realidad pujan los instintos, y no descansarán hasta que sea retomada por lo menos la dirección de los pensamientos primarios, en tiempos en los que vivimos en una grave crisis, provocada porque el hecho de que nos hemos alejado de los pensamientos primarios.”

Rudolf Steiner; La cuestión social como cuestión de consciencia. Los trasfondos espirituales de la cuestión social, sexta conferencia, Dornach, 7 de marzo de 1919, GA 189.

 

El valor de la libertad, igualdad y fraternidad de acuerdo a la realidad de la vida

“Al final del siglo XVIII, partiendo de condiciones distintas de las de nuestra vida actual, surgió de las profundidades de la naturaleza humana la exigencia de una reorganización de la sociedad humana. Como un lema para expresar esta nueva organización se exclamaron las tres palabras: fraternidad, igualdad, libertad. Ciertamente, el que sin prejuicios y con sano sentir humano considere la realidad de la evolución, no puede menos que tener comprensión para todo a que estas palabras aluden. No obstante, hubo pensadores sagaces quienes, en el curso del siglo XIX, se esforzaron en demostrar que en un organismo social unitario no es posible realizar las ideas de fraternidad, igualdad, libertad. Pues decían que, tratando de realizar estos tres impulsos en el marco del organismo social, resultarán contradictorios. Con sagacidad se demostró cuán imposible es, realizándose el impulso de igualdad, también se haga valer la libertad que inseparablemente pertenece a todo ser humano.

Si bien hay que dar la razón a quienes encuentran esta contradicción; el sentir humano general nos infunde, al mismo tiempo, simpatía por cada uno de estos tres ideales.  La referida contradicción existe porque el verdadero significado social de los tres ideales no se evidencia sino cuando se llegue a comprender la necesidad de la estructuración ternaria del organismo social. No se trata de coordinar y centralizar las tres esferas en una unidad abstracta, teórica, a través de un parlamento, o de otra índole, sino que ellas deben establecerse como una realidad viviente; cada una de su manera; y la unidad del organismo social como un todo, se creará como resultado del viviente obrar de los tres sectores, uno al lado de otro, como asimismo en su relación recíproca. Es que en la realidad de la vida humana, lo aparentemente contradictorio, en su obrar por relación recíproca, conduce a la unidad; y se comprenderá la vida del organismo social si se llega a discernir en qué consiste, verdaderamente, la configuración de este organismo, con respecto a fraternidad, igualdad y libertad.

* Entonces se verá que las actividades en su conjunto de la vida económica han de apoyarse en la fraternidad que resulta del obrar de las asociaciones económicas.

* En la segunda esfera o sea, en el sistema del derecho público, en el cual se trata de la relación puramente humana de persona a persona, deberá buscarse la realización de la idea de igualdad.

* Y en el dominio espiritual que actúa en el organismo social con relativa independencia, deberá realizarse el impulso de la libertad.

Considerándolo de esta manera, los tres ideales evidencian su valor, de acuerdo con la realidad de la vida. No pueden realizarse en una vida social caótica, sino únicamente en el sano organismo social de estructura ternaria.“

Rudolf Steiner, Los puntos centrales de la cuestión social, capítulo II

 

Autor: Michael Kranawetvogl