Trimembración interior en la práctica

 

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Trimembración práctica

Campos de entrenamiento para las facultades anímicas

Con toda el alma en las “comunidades que creamos nosotros para nosotros”

 

Trimembración práctica

En una ocasión, en junio de 1921, Rudolf Steiner indicó que la construcción de comunidades y la vida de las instituciones necesitaban de una “trimembración práctica” en el sentido de organizar las comunidades e instituciones del movimiento antroposófico sin procedimientos estándar pero con reglas de disposición anímica.

 

indica que

“debemos tener la posibilidad de construir comunidades, pero no solo basadas en instituciones externas, sino en lo anímico-interior ... en el sentido de una “trimembración práctica”. Hay que desarrollar una conciencia de cómo se puede realizar la trimembración de una manera práctica. No hay que imaginarse la trimembración social de tal manera que se establezca un programa utópico … La mejor organización trimembrada resulta del entendimiento de que la trimembración existe implícitamente en todas las instituciones, y de cómo las cosas pueden ser organizadas de tal manera que la trimembración subyace en ellas. ...”i

Rudolf Steiner, Conferencias y cursos sobre la actividad religiosa cristiana, 12 y 13 de junio de 1921, GA 342

 

La trimembración social no puede entenderse como algo que será introducido, establecido o decretado por alguien en un momento. Todo depende del “verdadero“ pensar, sentir y querer de las almas humanas trabajando ahí juntas.

La idea de la trimembración social en una comunidad no puede realizarse por la existencia de la respectiva institución y sus tres órganos o gremios respectivos. Más bien estos tienen que cooperar con la voluntad compartida para mantener vivo el espíritu común. Para que este se produzca y siga siendo cuidado entre todos, en la realidad práctica de una escuela Waldorf, por ejemplo, debe haber una persona o un grupo de personas que se ocupe de ello.

 

Campos de entrenamiento para las facultades anímicas

Los ideales sociales (y los modales sociales que derivan de ellos en el trato humano) son bien conocidos pero no por eso tienen fuerza vital decisiva para organizar los procesos sociales.

La forma clave de organizar de una forma viva las instituciones libres, que carecen de estructuras jerárquicas, es la de establecer

“corrientes compartidas de la conciencia, dentro de las cuales una comunidad puede tratar cualquier tema o problema en el sentido de la trimembración social, integrando las facultades anímicas de las personas involucradas”.

Matthias Karutz, Gemeinschaften gesalten – aber wie? (Cómo construir comunidades), Verlag Freies Geistesleben, 1998, página 42.

Un ejemplo de las fuerzas anímicas conscientemente coordinadas son las conferencias organizadas sobre temas a tratar en una escuela libre. En ellas participan los representantes de tres gremios, formados “de acuerdo con las leyes del organismo social”.

= Un gremio pedagógico, que genera conciencia sobre cuestiones pedagógicas que afectan a la escuela, para garantizar la libertad en el ámbito de la pedagogía,

= Un gremio jurídico, que se ocupa de temas contractuales y leyes educativas a tener en cuenta para la operación de la escuela,

= Un gremio “técnico”, que tiene la tarea de tomar decisiones sobre las necesidades de mantenimiento, suministro de materiales didácticas, y otras cuestiones económicas.

Cada escuela se organizará conforme a sus condiciones y capacidades, pero siempre procurará que cualquier decisión sea tomada de forma trimembrada, con un proceso definido en tres fases, con los tres órganos principales igualitariamente involucrados:

El proceso compartido de toma de decisión se compone de tres fases que serán respetadas entre todos:

== La comunidad cuidará que la información sea transparente y completa y que no haya información privilegiada para nadie. De ahí el fundamento para que el pensar de todos llegue a un entendimiento compartido del tema a tratar. 

== Se da el tiempo y espacio  de debate necesario y amplio, que constituye la fase entre el entendimiento y la resolución final. Es un aprendizaje continuo de limar y corregir el pensar, sentir y querer propios con el pensar, sentir y querer de los demás. También es un ejercicio de respetar la libertad del otro, y igualdad en el sentido de que todos puedan aportar su opinión antes de pasar a evaluar las perspectivas más importantes.

== La decisión final normalmente requiere una actitud solidaria/fraternal  porque suele estar relacionada con gastos que hay que compartir y aportar.

Lo decisivo es la conciencia de lo orgánico de todo el proceso y su necesaria lógica, desde el pensar diferente hasta la voluntad común.

“Cada conferencia tiene tres partes, correspondientes a los tres ámbitos del organismo social y a los tres ideales sociales asociados. Dadas estas condiciones, en el sentido de la trimembración social los participantes de la conferencia tienen un campo de entrenamiento social difícil de agotar, siempre que sea con la conciencia de tratar las cuestiones administrativas de la forma exigida y posibilitada por la estructura orgánica de los tres gremios mencionados. Todo depende de la voluntad de los participantes, ya que el trabajo no se organiza por sí mismo.”

Matthias Karutz, Gemeinschaften gestalten – aber wie? (Cómo construir comunidades), Verlag Freies Geistesleben, 1998, página 49.

En las situaciones concretas en las que hace falta tomar decisiones entre todos los miembros de una comunidad, iniciativa o institución, los tres órganos que representan los tres ámbitos sociales pasan por un proceso natural de coordinar las facultades: pensar, sentir y querer hacer.

De todos modos, la existencia de órganos que forman el organismo de una comunidad (como en una comunidad escolar libre, una comunidad Camphill o una comunidad de economía asociativa) todavía no significa un logro sustancial; lo importante es que todos los involucrados tengan un vivo compromiso con tal órgano para llegar a decisiones y acciones comunes.

Los órganos mencionados (los gremios pedagógico, jurídico y técnico/económico) actúan en el espíritu de las tres fuerzas vitales que cooperan y funcionan juntas como lo hacen los tres sistemas funcionales del organismo humano, junto con lo que aportan las tres facultades anímicas que actúan en el espíritu de los tres ideales sociales.

El arte consiste en conseguir que fluyan y confluyan las fuerzas anímicas y que confluyan en uno. En cierto sentido, la cooperación y las conferencias pueden servir para conquistar una y otra vez la conciencia de que con el pensar, sentir y querer hacer, tenemos tres instrumentos que son un regalo que tienen que ser cuidados y empleados en el lugar que les corresponde.

La experiencia del pensar, sentir y querer en acción significa un autoconocimiento que no es posible en comunidades en las que los asuntos de economía, derecho y misión cultural no son entendidos y sentidos como asuntos de todos. En este sentido, las comunidades o instituciones libres son un microcosmos de la sociedad moderna en la que el individuo tiene la oportunidad y responsabilidad de dirigir su pensar, sentir y querer, independiente de si ocupa un puesto de responsabilidad en la empresa o comunidad.  El individuo moderno también puede sentirse parte de todos los ámbitos sociales, independiente de su pertenencia vocacional a uno de ellos. Puede desarrollar una actividad consciente en todos ellos. Análogamente tendrá interés en conocer los procesos que tienen lugar en los tres órganos principales que en una iniciativa libre se ocupan de los asuntos económicos, jurídicos y culturales.

 

Con toda el alma en las “comunidades que creamos nosotros para nosotros”

“La actual crisis histórica de la humanidad exige que, en cada individuo, se formen determinados sentimientos y que el impulso para crear estos sentimientos sea alentado por el sistema escolar-educativo, […] De ahora en adelante se exigirá que el hombre aprenda a formarse una noción, un sentimiento sano de cómo las fuerzas del organismo social deben actuar para darle vida. Y el hombre deberá ser consciente de que el situarse en dicho organismo sin tales sentimientos es malsano y antisocial.”

Rudolf Steiner, Los puntos esenciales de la cuestión social, 1919, GA 23

 

La citada “sensación” de “cómo situarse en el organismo social” se compone, en gran parte, de un sentido para la relación de las facultades anímicas del pensar, sentir y querer con los tres ámbitos e ideales sociales. Complementario a la necesaria educación y sensibilización en este sentido, Rudolf Steiner ya formula en 1888 las condiciones para el entrenamiento continuado de la pertenencia a los tres ámbitos sociales a través del trabajo práctico y auto-responsable:

“Aceptar solo como verdadero lo que nuestro propio pensamiento nos obliga a pensar. Y vivir sólo en las comunidades estatales y sociales que creamos nosotros para nosotros. Este es el gran pensamiento guía para nuestra época”

Recopilación ensayos sobre historia de la cultura y de la época. 1887-1901. Papado y Liberalismo, Deutsche Wochenschrift 1888, VI 28, GA 31

 

Para que los ideales sociales de libertad, igualdad y fraternidad tengan vida real en el organismo social, no nacerán en el seno de viejas fuerzas e instituciones con de estructuras jerárquicas.

Las personas que fundan instituciones autogestionadas lo hacen desde su espíritu de la libertad, igualdad y fraternidad, para la realización de la libertad, igualdad y fraternidad en la sociedad. Lo hacen porque saben que quieren algo nuevo, aunque esto nuevo no siempre puede vivir en una visión concreta. De todos modos, el compromiso con una iniciativa o institución libremente constituida significa tomar la responsabilidad de dirigir el pensar, sentir y querer propios en la dirección deseada en todos los procesos de desarrollar y compartir ideas, realizar acuerdos y consensos y tomar decisiones.

En la acción compartida, es necesario en una medida más o menos intensa, por una parte, desarrollar un interés en el pensamiento del otro, y por otra, confiar en las ideas e ideales propios, no copiados y reproducidos por hábito y convención.

El campo de entrenamiento social que tenemos en las comunidades e instituciones autogestionadas, se puede diferenciar todavía según el ámbito social en el que se construye y realiza. Una escuela libre obviamente actúa en la vida cultural-espiritual libre, con la prioridad de una enseñanza que tiene el objetivo de ayudar a los niños y adolescentes a ser personas libres en su vida futura. En el campo de comunidades de economía cooperativa/asociativa, el peso principal está en la actividad (voluntad) económica de producir, distribuir y consumir según de acuerdo con los principios de la economía fraternal. Los temas y decisiones entre ambos tipos de institución son diferentes (llegar a un acuerdo sobre la educación de un niño versus llegar a un acuerdo sobre los precios correctos); sin embargo tiene en común la actividad autorresponsable del pensar, sentir y querer en procesos autodirigidos.

 

Autor/traductor:  Michael Kranawetvogl