Trimembración interior - impulsos antisociales

 

Índice

 

Querer percibir el Yo ajeno

El conocimiento del ser humano como prerrequisito para tratar la cuestión social

Tendencias antisociales en el pensar

Lo antisocial de idear reivindicaciones sociales

Tendencias antisociales en los sentimientos

Tendencias antisociales en la voluntad. Amor y amor propio

Reconocer lo antisocial en el propio pensar

 

 

“No cabe duda de que, establecida la relación correcta entre ser humano y ser humano, se establecerá también el orden social.”     

Rudolf Steiner, La exigencia social fundamental de nuestra época.

 

Querer percibir el Yo ajeno

“¿En qué contexto se puede plantear la cuestión de la individualidad y la comunidad? No puede plantearse en base a la historia, ni en base a ninguna teoría humana de la evolución, sino en lo más profundo del ser humano de hoy, como cuestión del autoconocimiento. Dado que todo ser humano es por naturaleza tanto social como antisocial, ningún grupo o clase de social puede reclamar lo social para sí para demonizar a otros grupos.

¿Dónde reside, pues, lo antisocial en el ser humano y dónde, se despliega en él lo comunitario, lo social?

Para el estudio del ser humano, la ciencia espiritual contempla todo el ámbito de la vida anímica humana. Este se divide en cuatro áreas: percibir, pensar, sentir y querer. La pregunta es: ¿Qué sucede realmente en cada acto social, en cada encuentro humano? Porque el encuentro –y todo proceso "social" es de alguna manera encuentro– sólo se hace realidad por el hecho de que una persona percibe a la otra. El órgano con el que se produce esta percepción es el sentido del Yo ajeno.”

Para tener un contacto real con el Yo ajeno, el Yo que percibe el Yo ajeno debe sumergirse en el Yo percibido durante una fracción de un segundo, al igual que la mirada del ojo humano debe sumergirse en la luz objetiva para percibir el mundo. Pero aquí hay una diferencia fundamental: la vista del ojo y el Yo que percibe se despierta mediante la luz, es decir mediante un proceso objetivo en el mundo. En cambio, la mirada del Yo que percibe al Yo ajeno, se adormece durante la fracción de un segundo, porque la inmersión en el otro no es un proceso objetivo y no se puede comparar con la inmersión en otra persona. El otro también es un ser con voluntad autónoma, con la voluntad de afirmarse a sí mismo, en igualdad con el Yo que le percibe. Esto significa que la otra persona a la que quiero percibir, adormece a la parte perceptiva de mi Yo, en la fracción de un momento. Pero como yo mismo soy un Yo que se mantiene a sí mismo con su voluntad propia, me defiendo contra el adormecimiento; y en este proceso repelo al otro Yo. La concienciación de proceso que de otra manera seguiría inconsciente muestra que … la percepción del Tú en sí ya es el acto primordial de lo antisocial en el ser humano.

Al describir de la naturaleza del sentido del Yo ajeno, Rudolf Steiner formula el problema de comprender la naturaleza de la cuestión social: "Esto es como un péndulo: dormirse en el otro, despertar en el propio Yo, y volver a dormirse en el otro, despertar en el propio Yo. Este complicado proceso de oscilación siempre tiene lugar en nosotros cuando nos enfrentamos al otro.”

...En esta oscilación entre dormirse en el otro y despertarse en nosotros mismos, están el núcleo y el elemento primordial de la vida social humana. Así que este elemento primordial, y con él todas las complejas estructuras de la vida social, descansan en realidad en esa parte de nuestro ser que está dormida, incluso cuando estamos despiertos. …

Una vez entendido este fenómeno, se hace evidente que el proceso interior caracterizado también se repite en forma transformada en las otras tres actividades fundamentales del alma humana, en el pensamiento, el sentimiento y la voluntad. … «Sobre todo, en lo que respecta al pensamiento y a la representación mental, hay que tener claro que en ambos hay una fuente importante de lo antisocial. Cuando el hombre piensa, es un ser antisocial.»”

Rudolf Steiner, La exigencia social fundamental de nuestra época,  Dornach, 6 de diciembre de 1918, GA 186.  

Friedrich Benesch: Pfingsten heute. Gemeinschaft im Zeichen des Individualismus (Pentecostés. Comunidad e individualismo.),, Editorial Urachhaus, Stuttgart 1976.

 

El conocimiento del ser humano como prerrequisito para tratar la cuestión social

“Cuando se habla de la cuestión social o de las reivindicaciones sociales, se suele ignorar en gran medida que en nuestros tiempos no es posible tratar la cuestión social sin tener un conocimiento íntimo del ser humano. Por muy perfectas que sean los programas sociales, por muy ideales que sean las condiciones sociales que se quieran crear, todo tendrá que ser para nada si no tiene como objetivo entender el ser humano como tal, y si no incluye el conocimiento íntimo del ser humano. Señalé que la trimembración social, que tuve que presentar como exigencia eminente de nuestro tiempo, es tan importante en particular para la época actual porque tiene en cuenta el conocimiento del ser humano en todos los aspectos, incluyendo las condiciones del ser humano en la época actual del quinto período post-atlántico.”

Rudolf Steiner, La exigencia social fundamental de nuestra época,  cuarta conferencia, Dornach, 6 de diciembre de 1918, GA 186.  

 

Tendencias antisociales en el pensar, sentir y querer

“Vamos a investigar una vez más el pensar, sentir y querer del ser humano en su alcance social. Sobre todo, en lo que respecta al pensamiento, debemos tener claro que este constituye una fuente infinitamente poderosa de lo antisocial en el ser humano.

Por el simple hecho de ser dotado de pensamiento, el ser humano es un ser antisocial. Esta es un conocimiento que sólo puede ser alcanzado mediante la ciencia espiritual. Porque sólo la ciencia espiritual puede arrojar algo de luz sobre la pregunta: ¿Cuál es la verdadera naturaleza de la relación que los seres humanos tenemos con otros seres humanos? Porque no cabe duda de que, establecida la relación correcta entre ser humano y el ser humano, se establecerá también el orden social.”

Rudolf Steiner, La exigencia social fundamental de nuestra época,  cuarta conferencia, Dornach, 6 de diciembre de 1918, GA 186.  

 

Tendencias antisociales en el pensar

!Hablar con otra persona, o simplemente estar con otra persona, significa que tenemos que hacer un esfuerzo continuo de mantenernos despiertos frente a su intención de adormecernos con sus pensamientos. Si bien este hecho no se lleva a la conciencia ordinaria, lo cierto es que actúa en los seres humanos como impulso antisocial. En cierto sentido, cada persona se nos presenta como un enemigo de nuestras ideas y pensamientos. Nos sentimos forzados a proteger nuestro pensamiento frente al otro.!

Rudolf Steiner, La exigencia social fundamental de nuestra época,  cuarta conferencia, Dornach, 6 de diciembre de 1918, GA 186.

 

Lo antisocial de idear reivindicaciones sociales

“La mayoría de las personas que formula demandas sociales no se da cuenta de lo profundamente anclado que están las tendencias antisociales en la naturaleza humana. Es más, el ser humano no suele reconocer este tipo de cosas como parte del autoconocimiento. ...

De ahí debemos tener claro que solo podremos convertirnos en seres sociales mediante la auto-educación, porque por naturaleza la condición de ser seres pensantes hace que de entrada no seamos seres sociales. Por ejemplo se podrá encontrar que un gran número de los miembros de la Entente y América están contentos con lo que son, simplemente por ser miembros de la Entente o americanos. No sienten la necesidad de crecer y devenir, sólo necesitan señalar cómo se diferencian de las personas malas de los países de Europa Central.”

Rudolf Steiner, La exigencia social fundamental de nuestra época,  cuarta conferencia, Dornach, 6 de diciembre de 1918, GA 186.

 

Tendencias antisociales en los sentimientos

“El sentimiento tiene la peculiaridad de que de entrada se inclina a darnos una falsa sensación de la otra persona, ... El subconsciente tiene la tendencia a distorsionar la imagen que tenemos de la otra persona. ... Porque el subconsciente tiene la tendencia a juzgar a las personas según nuestras simpatías y antipatías. Sin embargo, cualquier juicio formado según simpatías y antipatías es erróneo.

... Y no queda más remedio que admitir ante uno mismo que esto es así, reconociendo que también con respecto a los sentimientos, los seres humanos no podemos limitarnos a ser algo, sino que debemos seguir en proceso de devenir.

No hay que quedarse con la imagen que de entrada surge del subconsciente a la conciencia, sino que hay que tratar de aceptar las personas. Se verá que la disposición de aceptar las personas en la vida hará que la sensación antisocial, que en realidad siempre se produce en un primer momento, se transforma en una sensación sociable.”

Rudolf Steiner, La exigencia social fundamental de nuestra época,  cuarta conferencia, Dornach, 6 de diciembre de 1918, GA 186.  

 

Tendencias antisociales en la voluntad. Amor y amor propio

“Todo el campo de intercambio de actos volitivos de persona a persona, hay que contemplarlo a la luz del impulso subyacente a tal intercambio, es decir, a la luz del amor que vive con más o menos intensidad entre las personas.

Con respecto al amor, el ser humano está sumido en un autoengaño de mayor envergadura, que necesita una atención y corrección mayor que con respecto a las simpatías y antipatías ordinarias del sentimiento.

La persona cree que ama al otro, pero en realidad sólo se ama a sí misma en el amor. He ahí una fuente de actitud antisocial que asimismo es fuente de un terrible autoengaño. Porque es fácil sentir un amor desbordante por una persona, pero en realidad lo que se ama no es la otra persona sino la sensación de conexión con la otra persona en el propia alma.”

Rudolf Steiner, La exigencia social fundamental de nuestra época,  cuarta conferencia, Dornach, 6 de diciembre de 1918, GA 186

 

Reconocer lo antisocial en el propio pensar

“Esa es la característica de nuestro tiempo que el ser humano ame tanto a sí mismo. Aun se puede diferenciar si en particular ama a su pensamiento, su sentimiento o su voluntad. Y si por ejemplo se ha enamorado en su propio pensar, ya no hay manera de que desista de él.

Todo aquel que sabe pensar de verdad, también sabe algo muy importante: todo lo que piensa bien, antes lo ha pensado mal en algún momento. En realidad, uno sólo sabe bien las cosas con las que ha hecho la experiencia de lo que hacen en su alma cuando antes las ha pensado mal. Pero esto son etapas evolutivas anímicas que normalmente no provocan un interés atento. Es por eso que en nuestros tiempos las personas no se entienden bien.”

Rudolf Steiner, La exigencia social fundamental de nuestra época,  cuarta conferencia, Dornach, 6 de diciembre de 1918, GA 186.  

 

Véase también en este glosario:

Trimembracion interior – interés, empatía, sentido de responsabilidad

Trimembración interior – Pensar, sentir, querer